Ciutadella vivió el pasado sábado una oleada de robos y tentativas en el centro urbano de la ciudad, que se suman a un robo más perpetrado en la madrugada de hace una semana en un estanco de la Contramurada, todos ellos realizados con extrema rapidez dada la activación de las alarmas.
La Policía Nacional investiga los delitos consumados y los intentados con la conjetura más probable de que se trate de la misma persona delincuente, aunque en alguno de los casos pudo actuar con el apoyo de otra persona.
Por orden cronológico, el primero fue en Tabacs Adrián a las 5.30 de la madrugada del lunes anterior. El asaltante consiguió romper la puerta y sacarla de las guías para poder entrar. Dado el sonido de la alarma apenas estuvo 43 segundos en el interior del establecimiento hasta la llegada de la Policía. Robó 11 cartones de tabaco, varios cupones de lotería y monedas. «No tuvo tiempo de más porque sonó el aviso», explica la propietaria.
La mayor oleada de robos con fuerza se dio en la madrugada del sábado. Los ladrones lo intentaron en el supermercado Allorens, en la calle Magnífics Jurats. El ladrón forzó la persiana y posteriormente logró desencajar la puerta de cristal para entrar en busca de la caja, sin que hubiera dinero en su interior. «No dejamos nunca nada», ha explicado el responsable del establecimiento. El asalto se produjo sobre las 6 de la madrugada.
Dos horas antes, a las 4, el popular bar Can Ruz, del Camí de Maó, también vio forzada la entrada, en esta ocasión, con una piedra de gran tamaño con la que rompió el cristal para entrar. «Apenas estuvo un minuto», indica su propietario, tiempo que le bastó para llevarse el cajón de la caja que contenía 300 euros.
El último robo que ha trascendido ocurrió esa misma madrugada en un bar de la barriada de Dalt sa Quintana. El ladrón logró reventar la verja y acceder al interior del local.
baixamanerAntes era un delito y tenía castigo. Multa y cárcel. Ahora, libertad con cargos.