El grupo mayoritario de vecinos que residen en el complejo de okupas de Ses Canaletes, en Son Parc, ha decidido rebelarse y exponer la situación con la que conviven en la que predomina el temor y la inseguridad como consecuencia de la actitud que mantienen tres familias, precisamente, las mismas que se instalaron en los chalés de Coves Noves, de forma ilegal, hace diez días.
El complejo de la urbanización de Es Mercadal vuelve a atravesar una degradación pese a los intentos de varios vecinos de crear una comunidad, adecentar las zonas comunes y dictar una normativa de convivencia. Ese propósito ha saltado por los aires con los últimos acontecimientos que han supuesto la rebelión del grupo de okupas mayoritario, también la decena de inquilinos que pagan una mensualidad porque viven alquilados en los apartamentos que son propiedad de particulares. Son personas con trabajo estable que pretenden vivir en paz, explica.
Este diario ha recogido hasta seis testimonios de distintos vecinos que denuncian las prácticas de las familias más conflictivas, a las que señalan como responsables de la droga con la que se trafica en el complejo, «y no estamos hablando de simples porros», indica uno de ellos, de atemorizarles y agredirles física y verbalmente porque «se creen que esto es suyo y que pueden sacar y meter a la gente que ellos quieren para vender los apartamentos».
En diciembre, señalan, apalizaron a uno de los inquilinos porque querían apoderarse de su apartamento. El hombre sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que refugiarse en su coche.
Encapuchados
El pasado 5 de mayo hubo una situación similar. «Cuando se drogan, que es muy a menudo, se meten con cualquiera y arman alboroto en las zonas comunes». Sucedió con una pareja a la que golpearon la puerta con un hacha, amenazaron a la mujer con vejaciones de todo tipo, «y fue entonces cuando dijimos basta», explica uno de los vecinos.
Al día siguiente un grupo numeroso respondió con la misma moneda y fueron a intimidar a la familia de la denominada ‘okupa Beyoncé'. Dos de sus vehículos sufrieron daños en lo que se interpreta como otra acción intimidatoria para conseguir que se vayan del complejo.
«Hicimos lo mismo pero sin agresión», relata un inquilino. Admite que usaron herramientas de campo para la coacción y que portaban las cabezas tapadas «porque tenemos miedo de las represalias, pero lo que queremos es que se vayan». Es el episodio al que se ha referido la ‘okupa Beyoncé' cuando ha declarado que 30 encapuchados fueron a por ellos y que esa fue la razón por la que salieron de Ses Canaletes, para dar seguridad a sus hijos, y acabaron okupando los chalés de Coves Noves, aunque dos de las familias han regresado.
Los vecinos justifican esta reacción próxima a la violencia, que ya habían protagonizado el año pasado por otra situación similar contra miembros de este mismo clan porque «cuando llamamos a la Guardia Civil ellos ya han tenido tiempo de meterse en sus casas», indican, «es una indefensión total, por eso ese día utilizamos su misma estrategia».
«Si estamos aquí es porque no podemos pagar otra cosa, pero ni siquiera nos atrevemos a salir a los patios, está lleno de jeringuillas y destrozos, y los niños tienen que quedarse dentro», relata otra inquilina. «Son un clan de un pueblo de Córdoba, se marchan unos y vienen otros, pero la convivencia con ellos es imposible», sostienen.
El apunte
La detenida con 160 gramos de heroína y cocaína es una de las okupas
La detención de una mujer de 34 años, okupa de Son Parc, el pasado 20 de abril con 100 gramos de heroína y 60 de cocaína en su organismo a su llegada a Son Blanc procedente de Barcelona es una de las okupas de Son Parc, que también usurpó uno de los chalés de Coves Noves. Es una de las detenciones que con frecuencia practica la Guardia Civil y la Policía Nacional a residentes en Ses Canaletes por traficar por drogas.
Esta mujer dijo que la droga era para otra vecina del mismo complejo, que también resultaría detenida por esta acusación, igual que otro hombre por el mismo motivo.