Cambió la cerradura de la casa donde vivía como alquilado en una habitación en la calle Sa Bassa Rotja, de Alaior, después de que el arrendador le hubiese indicado que le echaba por no haberle pagado varias mensualidades entre los meses de mayo y diciembre de 2023.
El hombre, español de 36 años, con antecedentes penales, en desacuerdo con el precio del alquiler tuvo como reacción cambiar la cerradura la vivienda para impedir la entrada del titular el 15 de diciembre.
Como consecuencia, el titular de la casa, agraviado, acudió más tarde en compañía de un amigo, tiraron la puerta abajo y una vez dentro propinaron una paliza al inquilino en el patio de la casa, al tiempo que le amenazaban de muerte.
Tras el intercambio de denuncias, la víctima de la paliza quedó acusado por un delito de coacciones al cambiar la cerradura, mientras los otros dos, un español y un colombiano, lo estañan por el delito de lesiones.
El agredido se enfrenta a una condena de multa de 4.800 euros y los dos agresores a otra de 480 euros cada uno. Además deberán indemnizar al otro individuo conjuntamente con 1.600 euros por las lesiones y secuelas que le causaron los golpes reiterados sobre su cuerpo. El juicio se celebra el próximo martes en Maó.
La veritat és que mentre seguim amb aquestes lleis que desprotegeixen els arrendataris, és un problema llogar segons qui un habitatge, però no és tothom així. D'altra banda, aquells que aplaudeixen l'acció d'aquest propietari (portant un mató) dir-los que aquesta manera de procedir es pot tornar en contra, ja que segons amb qui ho facin pot ser que se'l torni amb la mateixa moneda o fins i tot pitjor. La violència només porta més violència. Per descomptat no aprovo el procedir dels okupes i, com he dit abans s'hauria de poder fer fora en pocs dies, però tampoc aprovo el que ha fet aquest senyor.