Los carteros y los pajes reales tienen muchísimo trabajo estos días en los que la correspondencia para Sus Majestades se multiplica. Este miércoles hubo recogida especial de cartas en Maó y en Sant Lluís con la habitual algarabía de los niños, impresionados por la presencia mágica de los ayudantes de los Reyes.
Subidos a una carroza de Correos, los Carteros Reales se dieron un paseo por el Carrer de Ses Moreres que estaba lleno de pequeños que acudieron a verlos y a entregarles sus cartas con sus ilusionadas peticiones de regalos y buenas intenciones para todos.
El tamaño de los sobres y su grosor era un buen indicativo de que los menores confían, y mucho, en que los Reyes de Oriente vendrán lo suficientemente cargados como para que les lleguen un buen pellizco de nuevos juegos, juguetes y otros regalos. La ilusión ya está servida.
Sa Xaranga de Maó, creada hace cuatro años, acompañaba con su alegre música a los heraldos de Melchor, Gaspar y Baltasar. Fue un divertido pasacalles que terminó en el Teatre Principal, el escenario magnífico donde los Carteros Reales recibieron a los niños y recogieron sus cartas.
En un ambiente alegre y navideño, el acto en el Principal finalizó con una actuación infantil que completó la velada para todas las familias que acudieron a este evento festivo.
Las mismas emociones que se vivieron en Maó, las experimentaron también los niños y niñas de Sant Lluís con la presencia del Paje Real que llegó, como siempre, bien dispuesto para cumplir todos los sueños y peticiones de los más pequeños.
La comitiva partió del aparcamiento del campo de fútbol. No faltó tampoco la música, que en este caso fue a cargo el grupo Cap de Fibló que pusieron entusiasmo para realzar la importancia del acto en el que participaban.
El Paje Real y su séquito subieron por el Cós de Sant Lluís sin pronunciarse sobre el proyecto de peatonalización. La diplomacia siempre ha sido el fuerte de los altos funcionarios de las monarquías. También de las de Oriente.
El acto de entrega y recogida de cartas se hizo en la sala Albert Camus. Un gran escenario para que los pequeños y sus familias pudieran ver al dignatario de los Reyes, como anticipo de todo lo bueno que les espera el próximo día 6 de enero.