Son los pregones de fiestas una oportunidad que pocos desaprovechan para mirar al pasado, para hacer un ejercicio de nostalgia. Una tarea que este año, en Fornells, se ha repartido entre cinco voces diferentes pero a las que les une un nexo muy fuerte, la Escola de Fornells. Los que hasta la fecha han sido los cinco directores del centro se encargaron este viernes al caer la tarde en Castell de Sant Antoni a deleitar a los allí presentes con la narración de su experiencia dentro de esa comunidad educativa, unas vivencias repletas de anécdotas y buenos recuerdos.
Como los que se encargó de relatar Joan Coll, el primero director del centro, quien tiene grabado en su memoria aquel telegrama que un día recibió y en el que se le comunicaba su nombramiento como máximo responsable de la escuela. Un lugar en el «que no teníamos demasiado» recuerda cuando habla de un inventario en el que solo figuraban «dos pelotas para educación física y no había teléfono ni máquina de escribir, pero estábamos muy contentos con nuestra escuela».