Recuerdos, vivencias –principalmente de su paso por el mundo del fútbol–, y convivencia. Esos fueron los tres puntos en torno a los que giró el pregón ofrecido este viernes por Francesc Roselló para iniciar las fiestas del pueblo que le vio nacer en 1945, Fornells. En uno de los emblemas de la localidad, el Castell de Sant Antoni, el que fuera durante años jugador del F.C. Barcelona, entre muchos otros equipos de primera división, se dirigió a sus paisanos realizando, como suele ser habitual en estas citas, un ejercicio de memoria y nostalgia,
La invitación cogió por sorpresa a Roselló, quien reconoce que en la vida se hubiera imaginado su elección para el pregón de Fornells, invitación que no obstante aceptó con orgullo. Una ocasión que aprovechó para hacer un repaso a su vida, con sus recuerdos de infancia y adolescencia, además de la etapa bien diferente que inició cuando a los 15 años partió de Menorca.
Sin embargo, durante su intervención dejó claro el puesto que la Isla, y Fornells en particular, ocupan en su vida, un lugar al que regresa siempre que puede, especialmente en verano para disfrutar de su tierra y de los suyos. La celebración de la fiesta del pregón sirvió como prolegómeno del intenso fin de semana que espera a Fornells. Tras la intervención del veterano deportista local como maestro de ceremonias, el Ayuntamiento invitó a los asistentes a disfrutar de la primera pomada de las fiestas mientras sonaba el repertorio elegido por la Banda de Música des Mercadal para animar el ambiente. Ya por la noche, la fiesta se trasladó a la calle del Mar, donde se celebró una verbena con los grupos No Hi Som Tots y Estruendu como protagonistas.