Antes de su apertura, ya había personas esperando para acceder a la Fira d'Estocs de Maó. A lo largo del primer día, centenares de visitantes llenaron el Recinto Ferial para rebuscar entre los productos las mejores ofertas. Es una de las citas comerciales más emblemáticas de Menorca y que atrae a más público que, después de dos años sin celebrarse, se ha conseguido organizar en tiempo récord.
Un total de 22 comercios de toda la Isla participan durante todo el fin de semana, lo que supone unos 10 estands menos que en ediciones pasadas. Esto se debe, por un lado, a que empezó a organizarse cuando todavía había una alta incidencia de contagios; y por otro, porque los comerciantes han acumulado menos estoc ya que han comprado menos género. Para los que sí se han adherido supone una oportunidad para desprenderse de artículos de otros años o de los restos de las rebajas pasadas. Desde la tienda Ca'n Dinero de Alaior, Montse Palliser explica que es importante rebajar al máximo los precios: «La ropa tiene una caducidad y lo de hace dos años ya no se puede vender. Hay que poner los precios con los ojos cerrados ya que es mejor venderlo barato que tenerlo acumulado en el almacén».
Juguetes, ropa y complementos es lo que vende Sandra Roman de la tienda Nurka Kids de Ciutadella: «Lo importante es recuperar lo que invertiste en el estoc, así que rebajo los productos al 50 por ciento y redondeo». Asegura vender más artículos de verano que de invierno.
La pandemia se ha llevado por delante muchos comercios, como es el caso de la tienda Sango's, a cargo de Gemma Olives. En su caso, la Fira d'Estocs es una oportunidad para liquidar el género que le quedaba como zapatos, complementos y artículos de decoración.
Aunque la primera jornada de feria coincidía en un día laboral, hubo más gente de la esperada con la intención de encontrar más oferta de productos. Los visitantes coinciden en que, más que para comprar, el evento es una posibilidad para salir y ver que poco a poco se recupera la normalidad. «Este tipo de eventos ayuda a la gente a animarse y si encima encuentras artículos a buenos precios, mejor», decían unas compradoras.
A pesar de que hubiera riesgo de pérdidas económicas, la asociación de comerciantes, Ascome, decidió tirar adelante el evento. Su presidente, Vicente Cajuso, se muestra optimista y cree que estas van a ser menores de lo que habían vaticinado.