La base de datos que recoge observaciones de peces raros en las Illes Balears (DAPERA) ha registrado 53 aportaciones de 19 especies diferentes durante 2022. Un estudio que también llega a las aguas menorquinas, donde a lo largo del pasado año se han producido diez avistamientos. Cuatro más de las que se documentaron el año anterior, y entre los que solo repite uno, el lloro verd (Sparisoma cretense), el menos raro entre los peces raros del Archipiélago en la actualidad.
En ese sentido, cabe señalar que a nivel global la base de datos, en la que vienen trabajando desde 2015 el Servicio de protección de especies de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio conjuntamente con el Servicio de recursos marinos de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, registró 53 aportaciones de 19 especies diferentes en 2022. Y entre todas ellas, como ya sucedió en 2021, la más citada ha sido precisamente el lloro verd, con nueve comunicaciones, cuatro de ellas correspondientes a aguas menorquinas.
Según explicas los responsables del estudio, estamos ante una especie muy frecuente en las Islas Canarias que se está observando cada vez mes al Archipiélago, posiblemente debido al calentamiento de la mar.
El resto de las especies de las que se tiene noticia en Menorca durante los últimos doce meses son tres mantas, (Mobula mobular), dos ejemplares de rajada blanca (Rostroraja alba) y una de jurel dentón o limón (Pseudocaranx dentex).
De las citadas este año, un 53 por ciento corresponde a especies amenazadas, mientras que el resto a recién llegadas. Por islas, la mayoría de registros provienen de Mallorca, con 40 citas, seguida por Menorca con diez, Formentera con dos observaciones y Cabrera con una. Durante 2022 no se ha contabilizado ninguna cita de Eivissa.
Gran parte de las colaboraciones del estudio provienen de la pesca profesional, con 20 citas; seguido del buceo recreativo con 18, buceo profesional con seis y apnea/natación con cinco, explican sus responsables.
El DAPERA se creó a raíz de la publicación del Libro Rojo de los Peces de las Illes Balears (2015), que indicaba la necesidad de recopilar y conservar registros de especies poco frecuentes a las aguas del Archipiélago. Desde su creación, en 2015, se han recogido 259 citas correspondientes a 54 especies que, posteriormente, han sido verificadas por técnicos de protección de especies y del Servicio de Recursos Marinos.
El objetivo que se persigue es mejorar la información disponible, principalmente de peces sin interés comercial, algunos de los cuales se encuentran amenazados. Se pretende también obtener datos de especies nuevas en el Mediterráneo, como las que llegan desde el Mar Rojo debido a la apertura del Canal de Suez, conocidas como lessepsianas, o las que llegan del Atlántico por otras causas, como el incremento del tránsito marítimo o el cambio climático.
Las personas interesadas en colaborar pueden hacerlo comunicando sus observaciones directamente a través de un formulario que se puede encontrar a la web del Servicio de protección de especies. Cabe recordar que se consideran peces raros aquellos que no son habituales en las nuestras aguas, pero también se contabilizan observaciones de pescados con medidas extraordinarias.