«No ha sido una obra fácil, pero visto el resultado podemos decir que ha merecido la pena». Con esa frase abría la alcaldesa Joana Gomila el acto de inauguración de la rehabilitación y recuperación del Reial Alcàsser en el Ayuntamiento de Ciutadella. No ha sido fácil porque la actuación se ha llevado a cabo con los contratiempos que implica una pandemia, pero la actuación ha servido «para recuperar patrimonio» con el valor añadido del «potencial turístico» que atesora, destacó la primera edil durante la fiesta de apertura.
Una cita que dio paso a una jornada de puertas abiertas que se prolongará durante esyte domingo (de 11.30 a 19 horas). Los visitantes pueden así disfrutar de un recorrido que rodea el perímetro del las casas consistoriales, con la novedad de que ahora se puede acceder por el paseo que arranca desde el mirador al puerto de la Plaça des Born.
«Estamos convencidos de que todo ese recorrido será un producto turístico de primer orden», recalca el concejal de Obras Públicas, José López, quien no obvia tampoco la importancia de la intervención patrimonial. «El edificio recupera su estética original» y este sale reforzado con los cinco contrafuertes que se han incorporado «para estabilizar un edificio que ya mostraba síntomas de debilidad», señala.
Reconoce el edil que cuando los políticos ven los proyectos sobre el papel es complicado vislumbrar el resultado. A veces, pocas, no se cumplen las expectativas generadas; otras, las más, sí que se consigue la idea mental preconcebida; y hay casos, como en del Reial Alcàsser, «en el que el resultado sorprende».
López, al frente de algo más de un centenar de obras a lo largo de los últimos ocho años, sostiene que la que ayer inauguraron ha sido, sin duda alguna, «la más dura, pero también la más importante y con la que más satisfecho me siento».
Durante la jornada de puertas abiertas se pueden visitar las dependencias recuperadas de la planta baja, que se dedicarán a oficinas de atención al ciudadano por ser las más accesibles del edificio, y donde ahora se puede ver un vídeo en el que se explica el proceso y la evolución de las obras así como los hallazgos de la época islámica que afloraron durante la intervención.
De cara al futuro, en lo que toca al aspecto turístico, la parte del mirador al puerto permanecerá abierta, mientras que el recorrido a todo el perímetro, que incluye el Bastió des Governador, estará sujeto a horarios.La idea es que durante la temporada invernal sea accesible al público por la mañana, mientras que en los meses más turísticos se alargará durante buena parte de la jornada, ya que el proyecto incluye también la iluminación del recinto.
Así, con la primera fase de la actuación finiquitada, desde el Ayuntamiento se tiene puesta la vista ya en la segunda, que cuenta con el proyecto redactado, el visto bueno de la comisión de patrimonio y una financiación que ronda el millón de euros. En esta caso la intervención se centrará más en el interior del edificio. Dos de las prioridades de la nueva actuación son la recuperación de espacios en desuso y la reforma de la cubierta del Saló Gòtic.