Este año, por primera vez, las tres cofradías con sede canónica en la iglesia parroquial de Santa Maria de Maó -la Cofradía del Santo Sepulcro, Nuestra Señora de los Dolores (La Soledad) y la Confraternitat de Centurions de Sant Corneli- han organizado y llevado a cabo el descendimiento de Jesús de la cruz. Se realizó en la tarde del Viernes Santo, antes de la procesión del Santo Entierro con la participación de cofrades de las tres hermandades y del rector de Santa María, Joan Miquel Sastre.
A partir de ahora este acto se incorporará a las actividades de la Semana Santa de Maó. Para el próximo año ya se ha encargado una imagen articulada de Jesús.
Según explica el investigador Francesc Carreras Catchot en su obra «Las tradiciones de Semana Santa en Mahón. El camino recorrido entre 1800 y 2012», el Viernes Santo se celebraba el 'Davallament". Consistía en la bajada de la imagen de Jesús de la cruz. Este acto piadoso acredita una antigua tradición en Maó, ya documentada el siglo XVII, que se incardina en las representaciones religiosas medievales, donde el altar se transformaba en el Gólgota. En Santa María la imagen del Crucificado presentaba la peculiaridad de tener los brazos articulados, lo que permitía depositarlo en una urna; y participar después en la Procesión del Santo Entierro, que empieza siempre después de la puesta del sol.