Es uno de los acontecimientos más multitudinarios. Y, sin duda, el más llamativo. Se organiza con gran dedicación para que el resultado sea espectacular. Y no ha habido año que haya defraudado. El espectáculo ecuestre convierte, año tras año, el Caballo de Pura Raza Menorquina en centro de todas las miradas. Está programado para este sábado a las 21 horas.
La XXV edición de la Feria del Caballo se merece una celebración por todo lo alto. De ahí que este año el público vaya a tararear y mover el esqueleto, aunque esté sentado. Porque la organización ha decidido dedicar el espectáculo ecuestre a la música de los años 70 y 80, con melodías que están en sintonía con los movimientos del caballo. Serán «auténticas joyas de la música mundialmente conocida» las que pondrán ritmo e historia al evento, apunta el responsable Armando Pons. Será un musical en el que la capa negra marcará bellos pasos de baile.
El espectáculo contará con la participación del Grup de Cavallers de Maó, Ses Planes Toni Bosch Equitació, Centre Eqüestre Equimar, Quadres Can Siquiat, Club Hípic Sa Creueta, Ganadería Son Martorellet, Escola Eqüestre Menorquina ‘Binisebani' de Ciutadella y el Club Escola Menorquina de Ferreries, más conocido como Can Marcona. A ello, hay que agregar el arte y el desparpajo de las bailarinas de la Escola de Dansa Ute Dahl. El Orfeó Maonès también colabora al aportar la vestimenta.
Durante los cien minutos de duración, el público disfrutará de once números en los que actuarán 53 caballos y jinetes (diez más que el año pasado) y 41 personas. Pons avanza que el espectáculo, que exhibirá todas las modalidades, estará plagado de sorpresas, incluyendo un número de aires circenses.
Por otra parte, el acto de clausura del domingo también contará con un carrusel a cargo de los jinetes jóvenes de la Escola Eqüestre Menorquina de Ciutadella.