La población senegalesa en la Isla no es muy grande (ronda el medio centenar de personas), pero cada año, sobre estas fechas, se hacen notar con su tradicional fiesta con un mensaje de paz y buena convivencia. Una celebración que este sábado alcanzó su décima edición, y que tal como explican sus organizadores, la asociación Touba Menorca, pretende ser una celebración de «acción de gracias».
Que la tradición sea organizar el encuentro a finales de octubre no es una casualidad. Se elige esta época del año porque para muchos de los senegaleses que residen en la Isla coincide con la finalización de la temporada turística y también de trabajo. Es por ello que se reúnen antes de que muchos de ellos regresen a disfrutar de sus vacaciones en su país de origen.
En el encuentro de este sábado, que tuvo como centro de actividades el Recinte Firal de Maó, se reunieron cerca de un centenar de personas. A los senegaleses que residen en la Isla, hay que sumar otros que se desplazaron para la ocasión desde otros puntos del Archipiélago y Barcelona.
El recinto acogió entre las nueve de la mañana y las 21 horas un festival en el que el protagonismo recayó en la comida y la música típica del país africano, entre otras actividades.
Como es costumbre, por la tarde participaron en una marcha que partió desde la Plaça Esplanada hasta el Ayuntamiento, donde se procedió a leer un manifiesto. Un mensaje a favor de la paz y la convivencia, siempre con la figura de Cheikh Ahmadou Bamba en mente, teólogo musulmán que propugna la no violencia.