Se convertirán en el primer matrimonio híbrido del mundo compuesto por una mujer y un holograma hecho con inteligencia artificial. Y se están adaptando una casa en Menorca para vivir, al menos temporalmente, en la Isla.
La mujer es la artista contemporánea catalana Alicia Framis y el holograma ha sido bautizado como AiLex. Hace ya meses que conviven juntos, y según se puede ver en su página web y en su cuenta de Instagram hacen, o al menos lo represnten, lo que haría cualquier pareja convencional. El casamiento se celebrará en Rotterdam el próximo verano, y está previsto que tenga lugar una fiesta con su banquete, tanto para el mundo real como para el digital.
Todo ello forma parte del proyecto artístico The Hybrid Couple impulsado por Alicia Framis, con el que busca reflexionar sobre el futuro de las relaciones emocionales y demostrar que es posible, y en algunos casos positivo, convivir con un holograma. La ceremonia del casamiento será la perfomance principal del proyecto, pero que va más allá de algo puntual. De hecho, según informa Rac1 ya se están adaptando una casa en Menorca que permita la convivencia de esta pareja híbrida. Además, ya se ha mirado la posibilidad de adquirir un seguro para hologramas o firmar una hipoteca.
El holograma se ha creado a partir de experiencias previas de la artista con sus ex y con personas que ella conoce. La mayoría de sus exparejas han sido holandeses, de allí que quiera casarse en Países Bajos. «El amor y el sexo con robots y hologramas son una realidad inevitable. Son grandes compañeros y son capaces de expresar empatía. Así como los teléfonos nos salvaron de la soledad y llenaron el vacío en nuestras vidas, los hologramas como presencias interactivas en nuestros hogares pueden llevarlo aún más lejos», opina Framis.
«Los compañeros humanos y de inteligencia artificial pueden ser una opción beneficiosa para las personas que necesitan compañía», asegura. «Siempre he querido llevar el arte más lejos, y ahora estoy explorando cómo el arte con IA puede disminuir la sensación de soledad en los seres humanos. Sabemos que los robots y los hologramas se convertirán en compañeros personales. En mi caso, quiero desarrollar una manera artística para que un artista, en este caso yo, desarrolle una relación con un holograma y explore cómo surgirá esta relación».
VayaCagadaFoteuLo que extraña es que el Ateneo se preste a ello.