El primer fin de semana de abril ha disparado las temperaturas, con valores casi más propios de junio. En Menorca, este sábado el termómetro ha rozado los 30 grados de máxima, con 28,8 grados de temperatura más alta registrada en Es Mercadal.
Otros valores de la jornada han sido los 28,6 en Cala Morell; 24,9 en Ciutadella; 23,6 en el Aeropuerto o 22 en Cala Galdana.
Esta situación de temperaturas altas, sin embargo, tiene los días contados. Una burbuja de aire caliente procedente del norte de África abraza toda Europa occidental y central, una situación inaudita por la época y con tanta fuerza. En todo el continente se registran temperaturas más altas que lo habitual por estas fechas.
Sin embargo, a partir del martes esta situación cambiará, con la llegada de un frente que vendrá acompañado por vientos del norte más frescos. No es que hará frío, sino que devolverá el termómetro a los valores propios de la época.
Polvo en suspensión, el otro ingrediente
Pero el otro ingrediente para estos días es el polvo en suspensión en el aire, también procedente de África, con concentraciones más altas el domingo y sobre todo el lunes. Estas partículas llegan arrastradas por el viento del sur o suroeste de estos días, como se aprecia en la previsión del sistema europeo Copernicus:
La presencia de este polvo en suspensión hará que empeore la visibilidad y la calidad del aire. El cielo estará más cubierto, con nubes medias y altas, y con calima. Según las previsiones, no se descartan algunas precipitaciones entre el domingo y el lunes. Eso sí, si llegan a caer, serán de poca cantidad, pero suficiente como para ser en forma de barro y ensuciar de nuevo calles, terrazas y coches.
La llegada del viento del norte a partir del martes barrerá la presencia de polvo en el aire.
De todas formas, la previsión a medio plazo indica que a partir del miércoles el tiempo se estabilizará y volverán a subir las temperaturas.