Toni Bravo es un astrofotógrafo menorquín con una larga trayectoria a sus espaldas, pero hasta ayer nunca había podido captar con su objetivo un hecho tan singular como una aurora boreal, un fenómeno que normalmente solo se puede ver en las regiones polares.
Bravo es el propietario del restaurante El Mirador del Arenal d'en Castell y hacia las doce de la noche recibió el aviso de que se estaba produciendo un fenómeno único en los cielos de la Isla. «Subí rápidamente a mi apartamento y no me fui a dormir hasta las tres de la madrugada. No pude sacar mi equipo, pero tengo una buena cámara en el móvil y aumentando la exposición lo pude captar perfectamente», rememora. Todavía emocionado por el espectáculo que presenció, Bravo lo describe como «un fenómeno impresionante» y asegura que una cosa así no la volveremos a ver.
La red se llena de imágenes de los cielos de Menorca
Bravo no fue el único que pudo captar la aurora boreal desde Menorca y las redes sociales se llenaron de espectaculares imágenes captadas en la Isla, en zonas como Na Macaret (Es Mercadal), Ciutadella o el mismo núcleo urbano de Alaior.
La cortina de luz sobre el cielo nocturno, con tonalidades rojas y violetas, que se pudo contemplar desde Menorca no es un fenómeno habitual en estas latitudes, y también se pudo apreciar desde otros puntos de España y del sur de Europa.
El ex-delegado de la AEMET en las Islas Baleares, Agustí Jansà, explica que este tipo de fenómenos se pueden dar muchas veces, aunque suelen pasar desapercibidos, porque no se producen con tanta intensidad, y porque para poderlos identificar con claridad es necesario estar en un lugar aislado y sin luz.
Jansà señala que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos ya había advertido de que se produciría la tormenta geomagnética más fuerte de los últimos veinte años, pero no se preveía que se pudiera ver con claridad fuera de las zonas polares. Jansà no cree que el fenómeno se vuelva a repetir este sábado por la noche, puesto que la magnitud ya no será extrema, aunque seguirá siendo alta.
1938, el año de la última aurora boreal en Menorca
La última vez que se documentó una aurora boreal en Menorca fue el 25 de enero de 1938, en plena Guerra Civil española, cuando este espectacular fenómeno incendió el cielo de la Isla, perviviendo durante mucho tiempo en la memoria de los vecinos de Sant Lluís, donde se pudo contemplar con gran claridad. Los testigos de la época hablan del cielo rojo, con rayos amarillos y anaranjados, que se pudo ver detrás del Molí de Dalt y lo comparan con un gran incendio.
En aquella ocasión, el hecho de que se produjera durante el conflicto bélico, desató todo tipo de especulaciones sobre su origen, aunque el meteorólogo José María Jansà tranquilizó a los vecinos, asegurando que se trataba de una aurora boreal.
En 2008, una investigación de la Universidad de Navarra reveló que en Menorca también se pudo ver un fenómeno lumínico que coincide con la descripción de una aurora boreal en 1870, según el testimonio que quedó recogido en el diario menorquín El Vigía.