Rubén P. Atienza | Ciutadella |
El caixer senyor Carlos de Salort es va desplaçar com cada any al convent de Santa Clara per demanar la benedicció de les religioses.
Allà va ser atès per l'abadessa Carme Mesquida, qui en el seu discurs, a més de desitjar sort i ventura, va fer una petició als cavallers i els escollits per trencar les carotes: «Que quan les teniu a les mans, les mireu amb tendresa pensant en totes les dones que també fan possibles les nostres festes».
... tengo entendido de que todas las carotes, que este año representaban MUJERES de la fiesta, han acabado golpeadas por puños de cavallers, rotas, hechas pedazos, y arrastradas por el suelo, echadas a los santjoaners que terminaros por destrozarlas hasta hacerlas pedacitos... todas? NO, hay tres que se han librado de este destino... curiosamente, han sido una que representaba a la madre del caixer SENYOR, otra a la hermana del caixer SENYOR y la última a la ABADESA del convento de la IGLESIA... mira qué bien, los estamentos de la rancia nobleza y la casposa iglesia... no, si ya decía yo... en fin... otro detalle más en contra de las mujeres que podrían en un futuro exigir ser algo más en la fiesta, pero que han recibido un claro mensaje subliminal por parte de quien manda y se sigue oponiendo a la igualdad de las féminas...
manu menorcaSi, han recibido un mensaje. El siguiente: O paramos la entrada de islámicos o esto será una anécdota.