La bandera arcoíris ondeará durante los próximos días en los balcones de todos los Ayuntamientos de la Isla y también en el hall del Consell insular. La enseña ya luce en algún municipio y está previsto que este viernes se sumen el resto, en algunos casos con la lectura de un manifiesto.
Menorca se une así a las celebraciones del Orgullo en el 28 de junio, día en el que se recuerdan los disturbios de 1969 en Stonewall, cuando la comunidad LGBT luchó contra un sistema que los perseguía en Estados Unidos. Y lo hace de una manera cada vez más notable pero todavía mejorable, según reconoce Andrés Filo, presidente de Diverxia Menorca, la entidad de referencia en la Isla del colectivo LGTBIQA+.
Explica Filo que «vemos la tendencia orientada a hacer más actividades, pero en las que se contempla la parte más lúdica y se deja la más básica, que es la que tiene que ver con la reivindicación». En ese sentido, cabe recordar que el acto central tendrá lugar este viernes por la tarde (20 horas) en la Plaça Constitució de Maó, donde se procederá a leer un manifiesto y comenzará un desfile por las calles de la ciudad con destino a la Plaça Espanya.
Algunos municipios, como Sant Lluís (donde también se leyó un manifiesto) y Ferreries la colorida enseña ya ondeaba este jueves, mientras que el resto se sumarán este viernes. En otros, como Ciutadella, se ha firmado una resolución de Alcaldía (todos los partidos con representación, excepto Vox) con la que se suma a la declaración institucional redactada por la Federación Española de Municipios y Provincias con motivo del Día Internacional del Orgullo en defensa de «la igualdad y el respeto a todas las personas, independientemente de su orientación sexual».
Más allá de las manifestaciones institucionales, Filo sostiene que «está bien que sea un tema del que se hable», pero critica que en algunos casos «se contemple como algo más festivo que otra cosa, y ello significa que nos estamos convirtiendo en los únicos que ponemos énfasis en lo social y eso sí que es problemático». Desde Diverxia defienden y reivindican «un compromiso más continuo para no convertirlo en anécdota».
Todo es una desviación de lo normal .