Valga la redundancia, la cantante menorquina Chiara Oliver reconocía este jueves, pocas horas antes de subirse al escenario del WiZink Center de Madrid, sentirse «orgullosa» de haber sido escogida para, junto a otros tres compañeros de Operación Triunfo, ser la pregonera de los actos del Orgullo en la capital. «Nos hace muchísima ilusión a los cuatro. La verdad es que es muy especial que se nos reconozca para hacer una cosa tan importante simplemente por haber sido nosotros mismos», explica la artista de Ciutadella, satisfecha de contribuir a «dar visibilidad y normalizar en general».
La cantante defiende que el casting de OT de este año «representa perfectamente lo que es la juventud de hoy día» e insiste en que «simplemente con ser nosotros mismos, hablar de la vida y hacer cosas con normalidad, hemos ayudado a mucha gente que nos ha visto».
Chiara, Violeta, Juanjo y Martín (los pregoneros) tienen claro el mensaje que quieren difundir en Madrid, pero aún no se han sentado a escribirlo sobre un papel, ya que están inmersos en el tramo final de la gira de OT. Y hablando de giras, la menorquina acaba de hacer pública las fechas de su primer tour en solitario, que arrancará el próximo septiembre en Ciutadella, donde este jueves se agotaron todas las localidades para los dos bolos pocas horas después de ponerse a la venta. «Los conciertos en Es Born serán muy especiales», adelanta sobre lo que supone actuar «en casa».
La gira, que lleva por título «La Libreta Rosa Tour», terminará el 23 de noviembre en Granada, pero antes pasará por otras nueve ciudades, con paradas en salas tan emblémáticas como son El Sol (Madrid) o Razzmatazz (Barcelona).
Mientras tanto, la artista continúa engrosando su cancionero. Tras el lanzamiento de temas como «Mala costumbre» y «3 de febrero», el pasado martes estrenó el tercer single de su carrera en solitario, una canción que lleva por título «La invitada» y en la que habla claramente de su orientación sexual. «En mis canciones hablo de mí, las hago para hablar de mí, de mis experiencias», reconoce la cantante y compositora, «no hago nada realmente del otro mundo, simplemente vivo mi vida con normalidad», concluye.
La menorquina ha visto cómo su popularidad se ha disparado este año tras su paso por reality musical recuperado con éxito por la plataforma Prime Video. Un programa que le ha hecho pasar de ser una artista local a una estrella con cierta proyección internacional. En su pico de popularidad, rebasó la barrera de los 500.000 oyentes mensuales en Spotify y meses después aguanta todavía con 320.000.