Berenjena menorquina crujiente con papada y espuma de Mahón; croqueta casera de sobrasada con queso; raoles de bacalao con miel negra; solomillo de Vaca Vermella servida con piedra de sal; sopas de partera con helado de leche merengada y una particular versión de pomada con crumble cítrico.
Es posible que ya se le haya hecho la boca agua. Y si estas propuestas gastronómicas le llaman la atención con tan solo citarlas, imagínese saborearlas mientras disfruta de unas impresionantes vistas al puerto de Maó en un ambiente agradable, relajado e inmejorable.
El cocinero Ferran Adrià dijo que «la cocina es un arte que se come». Y no hay duda de ello cuando uno prueba los platos que se elaboran en los fogones del restaurante Mirador des Port, perteneciente a Eboca Restaurants, el sello gastronómico de Catalonia Hotels&Resorts. Este local, situado en un rincón único de la Isla, ha hecho de la gastronomía una experiencia memorable, elevándola a otro nivel. Sus platos hablan por sí solos. Lucen espectaculares pero, sobre todo, saben a gloria.
Abierto los 365 días del año
Ubicado en el hotel Catalonia Mirador des Port, este espacio gastronómico abre todo el año tanto para los clientes del hotel como para un público en general, convirtiéndose en una parada obligada entre quienes deseen degustar una explosión de sabores con un claro homenaje a la cocina local.
El establecimiento, que entra en la órbita de los restaurantes más 'top' de la Isla, nace con la voluntad de ser mucho más que un restaurante sino que se postula como ese espacio donde disfrutar de los sabores auténticos de la gastronomía mediterránea.
En los fogones se utilizan productos frescos de temporada y siempre teniendo en cuenta esas especialidades que rinden homenaje a la rica herencia culinaria de la Isla con un particular toque del chef. Y es que, a pesar de que cada bocado nos traslada a los sabores más autóctonos, la original presentación de los platos, repletos de detalles, consigue sorprender a la vista y, por supuesto, el paladar. Además, el chef revoluciona la cocina incorporando algún guiño asiático, como es el caso del tataki de atún rojo, la anguila ahumada o los cítricos.
La carta de este local incluye, asimismo, una amplia variedad de arroces, como el de marisco con cangrejo y gambas, el arroz negro con calamarcitos y emulsión de ajo negro, el de secreto ibérico con alcachofas y setas o una fideuà de verduras km0 con emulsión de berenjena ahumada.
Quien dé un bocado a sus creaciones se dará cuenta de su compromiso con el producto local, la calidad en las elaboraciones y el respeto por las tradiciones de Menorca, tres de los pilares de la cocina del Mirador des Port. Además, dispone de una cuidada selección de vinos, con una apuesta por las bodegas locales y con sello Vi de la Terra, con el objetivo de afianzar ese apoyo por el productor menorquín que conoce, cuida y ama la tierra.
A la carta o menú degustación
Además de esta calidad en cada elaboración, el Mirador des Port ofrece un servicio profesional gracias al equipo humano que lo conforma, lo que permite un trato cercano y atento.
El cliente puede degustar platos de la carta marcados por la exquisitez o vivir una auténtica aventura gastronómica saboreando el menú degustación que incluye hasta siete propuestas maridadas con unos buenos caldos. Todo ello aderezado con unas vistas al puerto de Maó insuperables. Steak tartar de Vaca Vermella con pan brioche; tataki de atún rojo con crema de soja y ajo blanco; tartar de lubina con huevas de trucha y mayonesa de azafrán; calamar con sobrasada o tarta de queso de Menorca con mermelada de figat son algunos de esos platos con los que vivir una experiencia gastronómica inolvidable.
El espacio incluye una zona interior que ofrece calidez, así como una exclusiva terraza en la que disfrutar de la brisa del mar los siete días de la semana, tanto al mediodía como por la noche.
Hay que indicar que también ofrece menús cerrados para grupos que se adaptan a las preferencias y necesidades del cliente.
Reserve mesa, sorpréndase de la calidad del espacio y viva una experiencia gastronómica de otro nivel. Porque las cosas importantes siempre ocurren alrededor de una exquisita comida.