Después de la declaración de Menorca, Región Europea de Gastronomía, que se alcanzó en 2022, el siguiente capítulo consiste en implementar y aplicar la iniciativa Patrimonio Gastronómico Protegido. Es la principal conclusión y objetivo de la Declaración de Villa Le Blanc, un nuevo eslabón de la cadena de hitos que promueve Fra Roger Gastronomía y Cultura.
Fue presentada este martes en el Hotel Villa Le Blanc Gran Meliá, en Sant Tomàs, por Roland Pérez, director general de este emblemático establecimiento de Meliá Hotels; la directora de la Fundació Foment del Turisme de Menorca, Begoña Mercadal; y los inquietos y entusiastas directivos de Fra Roger José Bosch, Jaume Gomila y Antoni Aguiló.
La salsa mahonesa, prioridad. La recomendación prioritaria de la Declaración de Villa Le Blanc consiste en el «blindaje y lanzamiento de la salsa mahonesa como salsa originaria de Menorca, con rigor y orgullo, aunque ello no sea el único foco de atención»
La Declaración de Villa Le Blanc, redactada por Fra Roger con el secretariado de la Asociación de Educación de Adultos de Menorca, da continuidad y profundiza en los anteriores documentos de acción impulsados por la entidad que une la gastronomía menorquina con la cultura: las declaraciones de Mongofra (2014 y 2015), Ses Quarterades (2019) y Son Vell (2024).
Experiencias gastronómicas
«Ahora -explica Jaume Gomila Saura a «Es Diari MENORCA»- ha llegado el momento de reivindicar la emoción de las experiencias gastronómicas y hacerlas accesibles tanto a los menorquines como a los visitantes».
Añade Gomila que «hace una década que la gastronomía de Menorca ha emprendido un camino relevante al entender y recuperar la extraordinaria tradición culinaria que hemos relevado, un legado inmenso que debemos proteger y difundir».
La cocina payesa, referente. El documento advierte que «la cocina payesa permanece casi relegada al ámbito doméstico». Para revertirlo propone promover platos humildes como el oliago, aunque no resulten tan rentables, como referente de producto local y estacional
Este planteamiento inspira la Declaración de Villa Le Blanc. «Con el patrimonio gastronómico salvaguardado -declara Jaume Gomila- podremos practicar la acogida y la hospitalidad, abordando los retos demográficos relacionados con el cambio socioeconómico de la Isla con más certeza, más ecuanimidad y más esperanza. Tanto desde Fra Roger como el Consell insular, a través de la Fundació Foment del Turisme de Menorca, que participa en esta iniciativa, queremos aportar el emoturismo, una tendencia emergente basada en la búsqueda de experiencias enriquecedoras y metamórficas».
Sabores, aromas y emociones. La gastronomía, en el marco del emoturismo, rechaza los formatos estandarizados para convertirse en una sinfonía de sabores, aromas, imágenes, sonidos y texturas que encienden emociones como el Vi de la Terra Illa de Menorca
La iniciativa Menorca, Patrimonio Gastronómico Protegido nace con un objetivo bien definido: priorizar la adaptación del visitante al enclave y no viceversa. Al mismo, tiempo, digitalizar el entramado alimentario con los mejores recursos tecnológicos, desde los primeros testimonios hasta hoy. «El reloj marca el inexorable paso del tiempo y, en una sola generación, se pierde cerca del 70 por cien de las recetas tradicionales, lo que afecta directamente a la desaparición de variedades endémicas de flora y fauna», advierte la Declaración de Villa le Blanc.
De ahí que su recomendación prioritaria consista en el blindaje y lanzamiento de la mahonesa como salsa originaria de Menorca. El reconocimiento de Patrimonio Gastronómico Protegido se convierte en una oportunidad única para dar a conocer la identidad culinaria de Menorca con la reivindicación de la cocina payesa, relegada al ámbito doméstico, a través de platos humildes como el oliaigo.
Pasar a la acción
Jaume Gomila concluye que «algunos gestores culturales hace años que dejamos de filosofar para pasar a la acción. Desde Fra Roger damos otro paso al propugnar el emoturismo en Menorca como respuesta para proteger, recuperar y difundir nuestro patrimonio gastronómico»
Julio es el mes del homoturismo