Arnau Rueda Serra (Barcelona, 1975) es un enamorado del mar. Una pasión que lo ha llevado a navegar sus millas y bucear en muchas partes del mundo. Siempre ha nadado, pero unos 15 años atrás comenzó a hacerlo de una forma más intensiva y a experimentar en aguas abiertas. Afición que le llevó a enfrentarse a algunos retos, como cruzar el Estrecho de Gibraltar, y a cuyo listado de éxitos acaba de añadir esta semana el de bracear la distancia entre Menorca y Mallorca.
Con el cuerpo todavía dolorido, reconocía Rueda que esta última ha sido la prueba más exigente de su trayectoria, a la que se ha enfrentado con el apoyo de la asociación Menorca Channel Swiming, que ha certificado que el catalán se ha convertido en el deportista número 33 que ha cubierto en solitario los 37 kilómetros entre Cap d’Artrutx y Cap des Freus.
El nadador en una imagen a su llegada a Mallorca
El catalán engrosa así el cuadro de honor de héroes que inauguró Kendall Mellor en octubre de 1968 con 16 horas y 18 minutos de natación. Marca superada por Rueda, con 15 horas y 20 minutos, aunque muy por encima del tiempo que inicialmente había previsto, en torno a las 11 horas.
Sabía de la dureza de la prueba, pero el reto, por las circunstancias, fue mayor de lo esperado: «Los últimos doce kilómetros fueron épicos, un drama», reconocía este jueves de vuelta a la Isla, donde ahora pasa unos días de vacaciones. La culpa la tuvieron las inesperadas corrientes en contra. Tras haber comenzado a un ritmo de tres kilómetros y medio por hora, en el tramo final bajó a prácticamente la mitad.
«Veía las rocas al fondo pero sentía que no avanzaba, y mientras tanto iba viendo cómo se iba poniendo el sol», relata el deportista, quien confiesa sentirse «muy orgulloso» de haberlo conseguido finalmente. Rueda viajó a Menorca para la prueba siguiendo la estela de Tita Llorens, todo un referente en el mundo de la natación en aguas abiertas y una figura muy inspiradora para él. «Más que darme consejos, lo que hizo fue transmitirme confianza», señala.
Sin embargo, el catalán había llegado a la Isla con los deberes hechos. «Venía bien entrenado», reconoce. Durante el último año nadó entre 6 y 8 kilómetros por jornada seis días a la semana, primero en piscina y desde el pasado mes de mayo en el mar. Pero retos como el del Canal de Menorca no se consiguen solo con preparación física, «la mental es fundamental».
Aspecto este último que trabajó con un experto en la materia con el reconocido coach Modesto Durán, con quien ha vivido «una experiencia inolvidable». Una formación que le sirvió especialmente para afrontar los tramos más complicados del reto. «Tienes que estar fuerte mentalmente, porque el mar no siempre te es favorable, y cuando te va en contra también tienes que luchar contra ti mismo mientras el cuerpo te va dando señales de fatiga y te invaden los pensamientos negativos», concluye.