El Joc des caixó gana presencia en Menorca

El Joc des Caixó gana presencia en Menorca. Actividad ancestral con orígenes, según avala cierta documentación, en tiempos del monarca Alfonso X El Sabio –siglo XIII–, en suelo insular su práctica ya era una realidad en la época de dominación británica y francesa (siglo XVIII), si bien su momento de esplendor, en cuanto a practicantes y popularidad, devino en el XIX y primeros decenios del XX.

En la actualidad, fundamentalmente «Es Dinaret» y el Bar Nou, enclavados en la misma finca en un edificio del centro de Maó, lucían como los últimos reductos menorquines que enmarcan partidas de este juego que se basa en la estrategia, la destreza y el razonamiento, donde también la picardia y el azar tienen su dosis de impacto, y se desarrolla en un tablero muy similar al usado para el backgammon.

Hasta que a partir de una iniciativa impulsada hace un par de meses por Catalina Seguí de Vidal y Aton Rodríguez, quizá las dos principales practicantes del Joc des Caixó que en el presente se pueden localizar en la Isla, conjuntamente con el Museu de Menorca, tuvo lugar una jornada de demostración que, dado su éxito y aceptación, ha gozado de continuidad.

Al respecto, la segunda jornada se celebró el miércoles, y reunió alrededor de 30 personas en el Claustre de Sant Francesc –al margen, ayer hubo una exhibición para los niños del Casal d’estiu. La tercera jornada se ha previsto para el 13 de agosto, y quiénes deseen tomar parte en ella pueden formalizar su inscripción a través de la web del Museu, desde donde por otra parte se contempla la posibilidad de proponer que el Joc des Caixó sea incluido en e el Inventario General de Patrimonio Cultural Inmaterial.