Ocho de cada diez nidos de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) en la Illa de l’Aire contienen residuos, en su mayoría materiales plásticos, según un estudio realizado por Alianza Plastic Free Menorca con la colaboración de la Societat Ornitològica de Menorca (SOM) para la recogida de datos.
En total se analizaron 77 nidos de esta especie de ave marina, entre los días 21 y 27 del pasado abril. En el 82 por ciento de los nidos se encontraron residuos, principalmente plásticos. Los datos de campo registrados incluyen cinco tipos de información: el diámetro del nido, la existencia de huevos o pollos, la presencia de residuos diferenciando de qué tipo, y el color de cada resto identificado.
Los plásticos laminares son el tipo más frecuente (47 por ciento), seguidos de los filamentos plásticos (28,7 por ciento), y de la goma/porexpan (9,6 por ciento). También se identificaron fragmentos de papel de aluminio, papel, plásticos duros y restos textiles. El color predominante de esta basura en los nidos es el blanco (62,9 por ciento), sobre todo asociado a trozos de bolsas y otros plásticos laminares.
El informe incorpora una comparativa con un estudio desarrollado en Fuerteventura y Lanzarote (Canarias), en los años 2020 y 2021. En dichas islas, igualmente, ocho de cada diez nidos contenía residuos, aunque la composición apuntaba a un origen terrestre, más relacionado con el consumo inmediato, como envases alimentarios y productos de higiene personal. En cambio, en Menorca –donde se han estudiado nidos en un islote–, el predominio casi total de plásticos (87 por ciento de los ítems identificados) sugiere fuentes más difusas, posiblemente vinculadas a la contaminación marina, artes de pesca o restos generados por actividades litorales.
La presencia de plásticos en los nidos representa un riesgo grave para la fauna insular, puede provocar enredos, ingestión accidental, dificultar la correcta construcción del nido o interferir en el desarrollo de los pollos. Marta Pérez, coordinadora de la Alianza Plastic Free Menorca, subraya que «el impacto de los plásticos va mucho más allá del paisaje, está alterando los ecosistemas y afectando directamente la biodiversidad de Menorca». Las gaviotas, añade, «nos indican que la contaminación está presente incluso en zonas aparentemente remotas como la Illa de l’Aire».
Los hay en el agua y la comida nuestra no los va a haber en un nido en medio del campo.