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Sociedad consumista o despilfarradora

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Cuando el ser humano nada en la abundancia pienso que muchas veces suele ser un mal ejemplo para los pequeños, ya que no le dan importancia si tienen infinidad de juegos, que por cierto muchas veces no juegan con ellos, pero claro cada familiar le regala al niño un juguete, por su cumpleaños, fiesta, Navidades, Reyes Magos, que su cuarto se convierte en una pequeña sección del Corte Inglés o en una pequeña tienda local de juguetes.

Otro de los regalos suele ser una prenda de vestir, por supuesto de tal marca, porque al enano ya la sociedad consumista, la TV, folletos especializados, lo bombardean con ofertas y no hablemos del calzado deportivo que si no lleva el logotipo de los que gastan Nadal, Messi, Cristiano, etcétera, te sientes culpable para que el niño no se traumatice. Esto son los tiempos actuales, ni mejores ni peores, si los comparamos con antaño; a la hora de pagar como tiramos de tarjeta, te da la sensación que lo que compras no es tan caro, que si lo tuvieras que pagar con billetaje.

Me viene a la memoria, cuando de niño mis padres me compraron mi primer traje, por supuesto no me refiero al de mi Primera Comunión, sino cuando empecé a trabajar en el Banco Español de Crédito; era el mes de Julio del año 1962, lo encargaron en la Sastrería Obrador; cuando en Toni el hijo de don Manuel me tomaba medidas, me preguntó: «José, ¿hacia donde cargas?.» No supe que responder ya que no entendía la pregunta, aclaración suya: « ¿El "paquete" va a la derecha o la izquierda? » Se lo aclaré sin dudar ni un segundo más. Vatuadell cent llamps, las veces que nos hemos reído comentando el tema, cuando coincidíamos jugando al tenis… Toni que ya ha cumplido 91 años, supongo que aún conserva (como reliquia) la raqueta de madera que le vendí marca Slazenger…te doy un fuerte abrazo y que puedas seguir cumpliendo años.

Era la época en la cual los armarios para guardar prendas, zapatos, no iban repletos; las madres las reparaban cosiendo, los calcetines agujereados cosidos o punteras para que duraran una temporada más, los zapatos medias suelas a Can Toni es saig, etcétera, nos habían educado de tal manera, que le dábamos mucha importancia al valor monetario de las cosas…Por supuesto, aún no habían nacido las jodidas y golosas tarjetas de plástico, se pagaba en efectivo.

Aclaro a que viene todo este rollo; sencillamente que en la actualidad muchas de las escuelas, por supuesto no voy a mencionar nombres, están abarrotadas de todo tipo de prendas que han sido olvidadas o abandonadas por los estudiantes, sin que nadie de sus familiares, se preocupe de dicha pérdida.

Apreciado lector, en mi infancia en las escuelas no había prendas olvidadas, porque cuando llegabas a tu casa sin la vestimenta que habías salido, por supuesto desandar el camino hecho y arresto domiciliario…Alguien dirá que en aquella época el niño debía estar traumatizado, que carajo, lo que no había era un consumismo despilfarrador.

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