Desnortados tristes y preocupados, los socialistas transitan entre el estupor y el enfado. No saben el titular con que abrirá el próximo telediario -la escaleta cambia cada minuto- y viven en un sinvivir, en la nebulosa del equilibrio inestable, del suelo que se puede hundir bajo sus pies en cualquier momento. ¿Y cuántas minas quedan por explotar en el camino que se ha convertido en una cuesta escarpada?
De ahí que hoy Marc Pons haga acto de contrición y, ¿también propósito de enmienda?, al admitir que los momentos son muy difíciles, la situación es compleja y los audios «duelen mucho». En la dirección del PSOE, de la que forma parte el expresidente del Consell y hoy diputado de la oposición, pretenden minimizar la crisis y reducirla a los tres golfos: Koldo, Ábalos y Santos Cerdán.
Pero, como escribe Nekane Domblás, «los socialistas de Balears se han quedado sin asidero en medio de una crisis de reputación y sin haber resuelto aún la gran incógnita que ahí sigue desde que fueron desalojados del poder: ¿qué hará Francina Armengol? El PSOE está mal y el PSIB, también». Como dijo Armengol en el comité federal: resistir no basta. Y Pedro Sánchez resiste. Solo resiste.
«Sánchez es tan creíble cuando dice haberse planteado dimitir como Armengol, presidenta del Congreso, al achacar a un cambio de teléfono móvil el borrado de sus intercambios de mensajes con personajes investigados judicialmente. A la espera de los nuevos informes de la Guardia Civil», advierte Joan Martorell.
Pons Torres en Madrid
Marc Pons, que lleva camino de ser tan insumergible e incombustible como Damià Borràs, sigue en la Ejecutiva federal del PSOE como secretario de Transición Justa. Previsto.
La noticia fue protagonizada en el congreso del PP celebrado en Madrid, por la exalcaldesa de Ciutadella Juana Mari Pons Torres, al incorporarse a la nueva Junta directiva nacional que lidera Alberto Núñez Feijóo.
Ha sido Elías Bendodo, peso pesado del PP, quien ha gestionado la designación de la directora insular de Promoción Turística como integrante de la dirección nacional del partido junto con los cargos institucionales: Adolfo Vilafranca, Cristóbal Marqués y Joan Mesquida. El nombramiento de Pons Torres sorprendió más en el PSOE-Menorcaque en el PP. Los dos ‘Pons’ de la política insular se llaman hoy Juana Mari y Marc.
S’operació ha anat bé...
Alfredo Benosa Majos, que en marzo pasado presentó su renuncia como uno de los tres integrantes de la Sindicatura de Greuges de Menorca -junto con Maria Coll Janer y Luis Navas Casals- señala que la población de la Isla ha pasado de 57.243 habitantes empadronados en 1980 a 102.477 a finales de 2024.
¿Qué se ha hecho?, pregunta quien aguarda desde marzo ser relevado en la institución que actúa como defensor del pueblo de los menorquines. Y responde: «se han aprobado leyes para proteger la Isla del crecimiento, planes especiales para limitar alturas de las viviendas en los pueblos y no dejarlos crecer, muy poca vivienda social, esponjar las zonas de costa convirtiendo espacios urbanos en rústico, pagar indemnizaciones millonarias. Y, mientras, quienes iban llegando acabaron con la oferta de vivienda asequible».
Resultado -s’operació ha anat bé, però madona és morta-: Tenemos la Isla mejor conservada del Mediterráneo, somos Reserva de la Biosfera, formamos parte del Patrimonio Mundial de la Unesco con la Menorca Talayótica, y publicitamos que vengan a ver y gozar de una isla que se vende como idílica, que lo es para quienes vienen de vacaciones. Para nosotros es un problema, del que yo y todos los que hemos venido a vivir de fuera somos responsables». Concluye Benosa: «Quienes vinimos los años 70 fuimos los pioneros de lo que está ocurriendo ahora. Personalmente vine por la tranquilidad de la Isla, pero la hemos ido llenando. Lo que me hace gracia, puede ser que por patético, es que algunos de los que venimos a llenar la Isla, ahora se manifiesten en contra de la masificación». Continuará.
Ni punt de comparació...