Con los distintos, y contradictorios, relatos en torno a la revisión del Plan Territorial Insular -cada uno intenta construir el suyo- el presidente Adolfo Vilafranca abre el curso político sin miedo y un mensaje que transmite determinación.
«Este PTI está abierto a todos los menorquines y pensado para todos los ciudadanos de la Isla, mientras que el PTI de 2003 era para elitista y para ricos», proclamó Vilafranca, que ya ha perdido el miedo escénico a las intervenciones públicas. Aludió al primer plan territorial que fue aprobado en 25 de abril de abril de 2003, justo un mes antes de concluir, en el Consell, el primer mandato de la izquierda (PSOE, PSM y Esquerra de Menorca-EU) encabezada por Joana Barceló.
Cinco grandes titulares
La consellera de Ordenación Territorial y Turística, Núria Torrent, y la directora insular, Conxi Gómez, acompañaron a Vilafranca en esta comparecencia que aportó cinco grandes titulares: eliminación de disposiciones ambiguas e inconcretas que crean inseguridad jurídica; compatibilizar la seguridad viaria con el paisaje; se limita por primera vez el crecimiento de plazas turísticas; no se autorizan nuevas edificaciones de uso residencial en suelo rústico y se prohibe el alquiler turístico en edificios plurifamiliares.
Y está siendo muy comentada la ausencia del Colegio de Arquitectos en el debate que organiza el Ateneu de Maó sobre la revisión del PTI para el 19 de septiembre. ¿Por qué la entidad que preside Jaume Verdaguer no invita a Llorenç Seguí?, que en mayo pasado relevó a Enric Taltavull al frente de este colegio profesional en Menorca. Las aportaciones de un técnico independiente, más allá de la política y las políticas, enriquecerían este debate.
Por su parte, el PSOE difunde un comunicado donde el diputado nacional Pepe Mercadal Baquero, hoy secretario general de los socialistas menorquines de rebote, proclama que «Vilafranca no es de fiar» y añade que «no ens creurem res fins que no vegem el nou projecte per escrit, ja que esteim massa acostumats a que diguin una cosa i facin la contrària». En esta misma línea, Més per Menorca, a través de su portavoz, Noemí García, reclama la dimisión de la consellera Torrent.
Embrollo en Vox-Menorca
Maite de Medrano, la ‘jugadora número 13’, no se pronuncia. Tras haber sido expulsada de Vox, la consellera y concejal de Ciutadella no adscrita mantiene un perfil muy bajo, solo roto a principios de agosto para despacharse a gusto y criticar al partido de Santiago Abascal: «Son unos traidores a sus principios». En el pleno de Política General del Consell, de Medrano ya se desmelenó cando dijo que Vox «estaba podrido».
En cambio, el diputado autonómico y concejal de Maó Xisco Cardona, que se marchó de Vox antes de que lo echaran, está que se sale en las redes sociales, sobre todo en Instagram, donde proliferan sus encendidos elogios al PP de Marga Prohens donde espera recalar en mayo de 2027.
Con esta panorama no es de extrañar que el excalde de Ciutadella José María de Sintas, otro fenómeno en Instagram, reaccionara con un rotundo y contundente «no» a la propuesta de dirigentes de Vox para liderar la candidatura de esta formación en las próximas municipales. De Sintas está en otra onda.
Joana Barceló se jubila
Historia viva de la política contemporánea menorquina, Joana Barceló, que cumple años este mes, ha alcanzado la jubilación como funcionaria del Ayuntamiento de Ciutadella. Su última responsabilidad consistió en la jefatura de Recursos Humanos. Licenciada en Historia y Geografía por la UIB (1983), entre 1977 y 1985 militó en el PSM. En 1991 se afilió al PSOE. Y aquel mismo año fue elegida diputada del Parlament, donde permaneció hasta 2023.
Francina Armengol, a través de Marc Pons y Pilar Carbonero, frustró su candidatura a la alcaldía de Ciutadella. Ahora podría dedicar su tiempo libre a escribir unas memorias que serían un insólito best seller de lo sucedido en Menorca, y Mallorca, durante los últimos 34 años.
El último servicio de Barceló Martí al Ayuntamiento de Ciutadella ha consistido en la propuesta inicial de la ardiente Relación de Puestos de Trabajo. El alcalde Llorenç Ferrer apremia al PP a aprobarla.