Despedimos una semana tensa durante la que, en Menorca, han aumentado los decibelios de la crispación, las acusaciones y las críticas ad hominem con el tan manido como insulso ‘y tu más’.
Un espectáculo estéril que nada positivo aporta y que no es entendido por la inmensa mayoría de los menorquines que reclaman -mensaje nuclear del primer Fòrum del Llatzeret celebrado ayer- capacidad de diálogo, pacto y entendimiento para resolver los problemas endémicos de esta Isla y evitar que se eternicen.
La auditoría de las obras del puerto de Fornells, difundida por el conseller Juan Manuel Lafuente, el alcalde Joan Palliser y el concejal Richard Riera develó graves fallos y deficiencias. Con un coste de ocho millones de euros, no habían previsto la recogida y evacuación de los vertidos fecales. La auditoría redactada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos detectó que la intrusión del agua del mar en la red de saneamiento se debió a defectos de ejecución. Los vecinos deberán desconectar sus pluviales de la red de saneamiento y deberán construirse canalizaciones con un coste de 90.000 euros.
¿Y quién es el culpable de estos errores en unas obras iniciadas el 2019 y concluidas el 2024? Para el PSOE es el conseller Lafuente, porque las recepcionó. Para el PP es el exconseller y ahora diputado autonómico del PSOE Marc Pons, que las impulsó, aprobó y adjudicó. El PP propone que Pons sea reprobado por el Consell.
Pero... ¿y los técnicos? Aquí hay que preguntar quién redactó el proyecto, quién se encargó de la dirección técnica y ejecución, y por qué nadie se dio cuenta de lo que es hoy la triste crónica del desastre anunciado; ¿por qué ni la empresa adjudicataria ni los ingenieros detectaron fallos tan clamorosos?
¿A quién miraban los técnicos?
También hay que averiguar quiénes eran los técnicos, dónde estaban y a quién miraban cuando, a finales de la década de los años 80 y durante el mandato del alcalde Jaume Peralta, informaron favorablemente las licencias para construir ocho viviendas unifamiliares en la confluencia de las calles Agamenón y Fontanilles.
Nada que objetar, excepto un pequeño detalle: los solares corresponde a una zona verde que ya había sido grafiada en el Plan General de Ordenación Urbana, en revisión. ¿No lo detectaron los técnicos? y si se dieron cuenta, ¿por qué no lo advirtieron? Casas con licencia, pero fuera de ordenación.
Cuatro actuaciones con idea
La comparecencia conjunta de Lafuente, Palliser y Riera irritó al PSOE. Al día siguiente, Marc Pons acusó a Lafuente de tener intereses particulares en la modificación de Ley de Puertos autonómica que tramita el Parlament a petición de la Asociación de Clubes Náuticos de Balears. Esta entidad reivindica que la proposición es una propuesta suya y afirma que el conseller del Mar y Ciclo del Agua no la ha promovido.
La asociación presentó su iniciativa a los grupos parlamentarios, también al PSOE que insiste, como dice la diputada Pilar Carbonero, en «aclarar posibles conflictos de intereses». Lafuente ya ha explicado que no ha aceptado ni aceptará la herencia de su padre con el 33 por cien de las acciones del puerto deportivo de Addaia. Como no se ha repartido la masa hereditaria, el conseller no tiene ninguna participación. Ello no obstante, se abstiene cada vez que Ports de les Illes Balears trata algún tema relacionado con Addaia.
Turbulencias en Alaior
También hay turbulencias en Alaior, donde Isa Allès, concejal de Avançam, dice que el gobierno municipal aceleró con informes jurídicos en contra licencias a dos agroturismos. Replica el PP y acusa a Allès de «enfangar la política y mentir sobre los agroturismos» y que «nunca ha otorgado licencia con informes en contra».
Reflexión: el agroturismo de Llucalari tuvo hasta quince informes favorables con gobiernos del PSOE y Més en el Consell. La entonces presidenta y líder de Més Maite Salord afirmó en 2016 que «valoraba muy positivamente que el agroturismo de Sant Llorenç recuperara una zona degradada». ¿También puede ser acusada de pasividad y complicidad? Ni Més ni el PP podían saber que en el hotel de Llucalari se iban a construir 16 piscinas y que el Gobierno PSOE-Sumar lo subvencionaría con un millón de euros por ser «ecoresponsable».
¿Abordó estos temas el comité insular del PSOE en la reunión que celebró ayer en el teatro del centro catequístico Sant Miquel de Ciutadella?
Menorca en la cumbre mundial
Menorca ha tenido una participación destacada en la Cimera Mundial de Gastronomia celebrada en Barcelona. El chef Òscar Roca recibió un premio por el cortometraje Cooking as a beacon y el gestor cultural Jaume Gomila fue nombrado embajador del Instituto Internacional de Gastronomía, Cultura Artes y Turismo. También asistieron José Bosch, Henrik Brian Zeegers y Arnaud Devigne.