Que las líneas de alta tensión son una infraestructura crítica lo han aprendido los menorquines a golpe de apagón, en concreto el que dejó a miles de residentes sin luz en octubre de 2018 por el paso de un cap de fibló que cruzó la isla de sur a norte. A su paso derribó varias torres, por ello mantenerlas en buen estado es crucial y la tarea es compleja.
La imagen muestran los trabajos de sustitución de uno de estos postes gigantescos situado en las inmediaciones del Club Hípico, al norte de Alaior. Como si fuera un mecano, los operarios alzaron la nueva estructura junto a la que tenían que sustituir y, una vez colocada una junto a otra, procedieron al cambio.
Dos líneas cruzan la Isla de punta a punta para asegurar que el suministro eléctrico de la central del puerto de Maó y los parques solares lleguen a todos los municipios, así como la energía que llega desde Mallorca bajo el mar.