En memoria
de Carlos Raengo
Con todos los respetos a la Administración de Justicia, mi opinión es que en este caso, no se ha hecho tal. Llevo días, desde que vi la noticia en el Menorca, que la indignación me brota por los cuatro costados. Ya no causa espanto, porque es algo habitual, que los fallos de la Justicia lo sean de verdad. Pero en esta ocasión, según mi criterio profesional, se añaden además detalles clamorosos.
Sí, de esos que "claman al cielo" de donde esperamos que se haga la verdadera justicia y no este simulacro al que los humanos nos hemos acostumbrado.Conocí a Carlos Raengo Doldán. Fui su médico durante años. Acaso por eso fui llamado a declarar en las diligencias previas a Ciudadela. Pronto tuve la impresión que ni al fiscal ni a la juez instructora les importaba demasiado mi opinión. Era un trámite pedido a instancias de Blanca, la abogada que trabajaba en el "prestigioso" bufete Zegrí como acusación particular. Recibí incluso una copia de la autopsia de mi paciente.
Con todo el respeto para la labor de mis colegas, creo que habían desarrollado su tarea con aparente minuciosidad, aunque no exhaustivamente, según contrasté después con otros forenses de la Península. Había datos, sí, pero los sumaban mal. Aún fiándose de los hallazgos descritos por ellos mismos en la autopsia –presunción de buena praxis-, las conclusiones que de ellos extraían no se deducían de los datos descritos (la clásica falacia "post hoc ergo propter hoc"), pues Carlos no murió a consecuencia de su cirrosis. Y así se lo hice ver a la abogada de las huérfanas que dejaba Carlos, que no sé hasta qué punto tomó en consideración mis comentarios.¿Es posible que en la autopsia de un finado que ha recibido un traumatismo craneoencefálico pueda obviarse la apertura del cráneo amparado en su condición de paciente con hepatitis C crónica, simplemente porque ya se había hecho un escáner cerebral?
Bueno, si se apela, como hicieron mis colegas, a que no disponían de escafandra y de los medios de protección adecuados, es una justificación estupenda. Pero si resulta que en la autopsia encuentran que su hemorragia digestiva no se debió a rotura de varices esofágicas sino a la presencia de una úlcera duodenal recóndita (que no se vio en la endoscopia); y si además sabes que el paciente presentó inestabilidad hemodinámica (hipertensión y taquicardia) tras la sedación para la endoscopia de urgencias (motivo por el que fue trasladado a la UCI), ¿no pasa por la mente de un forense un cuadro de hipertensión intracraneal por traumatismo? En 1932 Harvey Cushing describió las úlceras de estrés por traumatismo craneoencefálico, ajenas a la cirrosis.
Como médico especialista de Aparato Digestivo, dije entonces, digo ahora y sostendré ante cualquier tribunal humano y divino que Carlos Raengo murió con cirrosis pero no de cirrosis ni de ninguna de sus complicaciones habituales. Pocos de los que trabajábamos en el Hospital Verge del Toro albergábamos la más mínima duda de que Carlos no estaría agonizando en la UCI de no ser por la paliza que le dieron. Pero fuera de allí, tengo la impresión de que nadie estaba interesado en plasmar lo que había sucedido sino en ofrecer cualquier otro resultado posible. Ni a mis colegas, ni a los letrados, ni a los acusados, ni a sus familiares. Ni siquiera a la defensa de la acusación particular que a saber qué enjundiosa parte de los 210 euros de la magnánima indemnización cobrará a las huérfanas tras su brillante actuación defensora. ¡Y encima "moderadamente satisfecha"! Señorías, fiscal, letrados, colegas forenses a quien no conozco ni deseo conocer, inculpados y condenados: no. No se ha hecho justicia. Hubiese sido todo muy diferente si se reconoce la vinculación de la muerte con la paliza, y "a fortiori" señores de JARC, con un "accidente laboral". La voz de las viudas y huérfanos clama al cielo y Dios les pedirá cuentas a cada cual de sus felonías, a cada cual de su cobardía, a cada cual de su iniquidad. En el tribunal divino, Él sabe si el reconocimiento de las culpas es por cuquería para rebajar la pena o por verdadero arrepentimiento. Vaya para ustedes, gestores de la "justicia" mi desprecio. Y mi más profundo reconocimiento a los familiares de Carlos, en especial a sus hijas.
Males notícies per a l'educació musical
n És una llàstima. Sí, és vertaderament una llàstima que ara que al Conservatori hi havia un equip directiu amb ganes de treballar per aconseguir una millor comunicació entre escoles de música i conservatori, una minoria del claustre de professors s'hagi encarregat de contaminar l'ambient i provocar la seva dimissió.
Hi va haver un temps, massa llarg potser, on el Conservatori va intentar reduir les escoles de música a la mínima expressió. Escoles de música enteses com a esplais musicals, amb uns espais de docència dedicats a alumnes de 4 a 8 anys i persones majors, i enfocades a oferir uns ensenyaments únicament de música moderna o de música folklòrica. Vam haver de lluitar molt per aconseguir aturar el joc que pretenia desprestigiar la nostra feina i per demostrar que les escoles de música jugam un paper importantíssim en el desenvolupament social i cultural d'un poble. I, a més a més, un paper fonamental en tota la reforma del sistema educatiu musical que es va dur a terme des de la implantació de la Logse, i que continua en vigor a dia d'avui.
Aquest paper fonamental, que ja desenvolupam a Menorca gràcies al suport de les institucions locals i de tota la societat menorquina, l'hem de reivindicar constantment davant l'administració autonòmica. És necessari canviar molts aspectes del que entenem per educació musical i del que esperam d'ella. I és bàsica una visió més global dels estudis musicals, que pugui abastar des del paper que hi juga la música a primària a com s'entén l'especialització musical d'escoles i conservatoris.És un debat superat a la pràctica totalitat de països europeus i en unes quantes comunitats autònomes del nostre país.Actualment el Govern Balear està reaccionant i dóna passes per debatre el plantejament actual i cercar vies per millorar-lo. Així ho va demostrar amb l'organització de la "Jornada sobre ensenyament musical a les Illes Balears" que es va dur a terme a Palma el passat 12 de desembre. I així ho demostrarà si dóna continuïtat a aquesta jornada, especialment si es tenen en compte les peculiaritats de cada illa i la seva realitat.
El Conservatori, reaci fins al moment a qualsevol debat, semblava que actualment feia intents d'obertura. Ara teníem un equip directiu disposat a, almenys, tractar les escoles de música de tu a tu. A acceptar de posar damunt la taula la problemàtica que tenim a Menorca i veure si era possible arribar a millorar el sistema. Un equip directiu obert al diàleg, que era el mínim que volíem les escoles de música. Després havíem de veure si érem capaços d'arribar a acords i si aconseguíem, sempre pensant a llarg termini, un mapa dels ensenyaments musicals més coherent, més eficaç i que facilités una comunicació més fluida entre escoles i conservatori. Però el pont de diàleg s'ha trencat. S'ha trencat per l'excés de conservadorisme i recel d'un sector del professorat que no vol diàleg, més preocupat per no perdre la situació privilegiada que ocupa actualment que per la millora del sistema general d'ensenyaments musicals. Una llàstima.
Andreu Cardona Mirdirector de l'Escola Municipal
de Música i Dansa de Ciutadella