Error con el premio María Luisa Serra
No discutiré los méritos de una personalidad de la lengua y la política catalanas como es Jordi Carbonell. Sus ochenta y seis años merecen quizás mucho más. Ni me preocupa que hubiese sido Presidente de Esquerra Republicana de Cataluña entre 1996 y 2004. Admito que la filología puede tener relación en ciertas circunstancias con la política activa. Prefiero, no obstante, a los filólogos no comprometidos políticamente.
Pero sí me duele que un premio menorquín que lleva el nombre de una persona inigualable como fue María Luisa Serra, se entregue en Barcelona, a escondidas, buscando el aplauso y la foto en la Generalitat, en clara muestra de sumisión política.
Bastante personalidad tiene Menorca para que, cuando conceda un premio convoque en Menorca con luz y taquígrafos a las fuerzas sociales, a los medios de comunicación y –lógicamente– al premiado.
No busquemos más pies al gato. No es necesario relacionar a nuestros partidos nacionalistas con Esquerra Republicana. La presidencia de Carod Rovira entraña una certificación de afectos y lealtades. Pero hubiera preferido la presidencia y presencia de mis paisanos menorquines.
¡Es sólo cuestión de dignidad!
Luis Alejandre Sintes
Maó
¿A qué partido
tengo que apuntarme?
"Escribimos esta carta, que intentaremos sea breve, por si algún lector pudiera indicarme a qué partido político tengo que apuntarme para que nuestro hijo pueda reinsertarse en la sociedad".
Así, con esta crudeza, iniciábamos una carta de queja que enviamos al diario que usted dirige para poner en púbblico conocimiento la actitud de algún o algunos funcionarios de l'Ajuntament de Ciutadella de Menorca, que tuvieron en su momento con uno de nuestros hijos que quería estudiar un curso de CAPI. Resulta que el curso, en su parte teórica, ya ha finalizado y nuestro hijo ha iniciado ya la parte práctica. A nuestro juicio, y teniendo en cuenta la enfermedad de la que estaba recuperándose, ha obtenido unas notas magníficas, y, sin dudar de que él lo ha dado prácticamente todo de sí, no queremos dejar de resaltar, no el "buen hacer", sino el "magnífico hacer" de sus profesores y tutora, básicamente D. Magí Moll y Dª Núria García, que supieron desde el primer momento aceptar, comprender y conducir a nuestro hijo hasta donde está ahora: integrado en la sociedad, con un grupo de amigos/compañeros de curso, con un empleo en prácticas y una capacitación profesional inicial. Su trato amistoso, afectivo y a la vez recto y exigente cuando fue necesario ha sido excelente para la recuperación de nuestro hijo. Como persona y como ciudadano. También ha habido algún otro/a profesor/a de los que desconocemos el nombre y, finalmente, todos los funcionarios implicados en el proceso.
Como dicha carta fue también enviada vía e-mail a la sra. alcaldesa y a la sra. primera tte. de alcaldesa, y sabemos que su reacción en interesarse por el caso fue inminente, pues también les damos las gracias a ellas. Ahora sabemos que no es cuestión de estar en un partido o en otro, sino que es cuestión de la voluntad que pongan las personas que están al frente de los departamentos y las instituciones.
Sabemos también que las decisiones que, en su día nos pudieron parecer un "exceso de celo" por parte de algún funcionario, le venían prácticamente marcadas (o al menos le facultaban para tomarla o no), aunque nos siguen pareciendo excesivas. Y nosotros seguimos abiertos en nuestro nombre personal, y como vocalía de AFEM de Ciutadella, y por tanto de la Asociación en general, a tratar de resolver este tipo de temas mediante el diálogo, ahora que hay tiempo, y para que otros muchachos y muchachas no tengan, otro día, que hallarse en igual o similar vicisitud.
Ésta es, por tanto, una carta de gratitud: a las autoridades y funcionarios que intervinieron, a la prensa por habernos permitido poner en público conocimiento nuestro problema y hallar solución, y, finalmente y sobretodo, a los profesores y tutora de nuestro hijo, D. Magí Moll y Dª Núria García.
Atentamente.
Familia Márquez Barceló
Ciutadella