Vidrio sí,
pero con matices
Hoy día todos estamos mentalizados, y bien, en reciclar lo pertinente. El vidrio, igual que el cristal y de manera preferencial por diversos motivos. No nos cuesta esfuerzo en un rincón de la casa compilar los envases vacíos, ya usados, y en especial –por el riesgo que comportan– los cristales rotos que siempre los hay. Todos tenemos la adversidad de que algo se escurrió de nuestra mano y, al segundo, tienes un problema en recoger y, cuando menos liberarte del disgusto.El motivo de mis líneas está en el horizonte de este relato. Se me rompió un espejo y, a los diez minutos de recoger con esmero las dagas acristaladas amenazantes, me dirigí sin dilación al contenedor más cercano –dónde me conozco el protocolo por simple y reiterado- pero, al acercarme al verde, boquiabierto, dejé la caja de cartón en el suelo con el centenar de espejos.
Habían cambiado los contenedores de las tres alternativas reciclables, pulcros por nuevos. Mismos colores –facilitando al usuario la acción- aunque, el diseño diferente e innovador en todos ellos -cortinillas multifunción, leyendas claras y trilingües, doble asa de elevación, formato compacto y reforzado-, etc. Pero el contenedor de vidrio se nos ofrecía con sus cuatro ventanucos algo más anchos que el puño, como si sólo de engullir botellas se tratara. Cargué de nuevo mi caja en el coche con la esperanza de que los próximos fueran diferentes, como los anteriores que siempre habíamos utilizado. Me arrumbé hacia el norte dirección Maó, con el fin último liberador y poco ortodoxo de llegar al vertedero "Milá" si fuera la alternativa al alcance que, con posibles reservas pudieran aceptar mi obsequio. Los siguientes fueron diversos modelos pero de iguales estrecheces, aunque seguí tenaz hasta que uno, de ventana amplia con tapadera o portezuela me resolvía la angustia y así, pude evacuar con estruendo mi caja.
La reflexión vino después. Llevamos bastantes años con una actitud recicladora, con la única advertencia a mi familia, de no manipular la cesta de los cristales rotos y vidrio integro con la mano. Conocida es la mano, en nuestros hospitales, como la zona de más cruentos y frecuentes cortes en la vida diaria -por la exposición accidental al cristal y el reflejo instintivo que en ocasiones nos pierde- y por ello, se debe abocar directamente y sin manipulación alguna. Tras una cesta de vidrios hay de soslayo un cristal… y, ya saben, lo que "es de prever debe prevenirse".
La mente que diseñó un contenedor de vidrio, debió pensar en clave de botella y no en la de cristal –cristal quebrado-; los que reciclamos manipulamos siempre, pero me niego a hacerlo con la mano acertando el agujero con todo tipo de "vidrio". Estoy pensando en hacer acopio de cajitas de cartón de diferentes medidas para cada pieza de vidrio que se pueda romper y, así zafarse uno con seguridad. Mi mujer dice que en casa no cabe nada más. Pienso en una nueva máxima para no someterme. "Recicla siempre… que algo queda". Seguiré pues, fiel a mi contenedor de boca ancha.
Antonio Cañellas Trobat
Es Castell
"Polítics, càrrecs
i altres"
Vull fer constar públicament la falta de dedicació, atenció i sensibilitat d'una sèrie de "polítics, càrrecs i altres" (costejats pels contribuents) amb els quals he tingut de gestionar l'ingrés d'un familiar a un centre residencial com a recurs assignat per a la llei de dependència des de l'any 2008 i, pel que vinc lluitant des de llavors.
Doncs bé, resulta que tant en aquesta part de l'illa de Menorca, com a l'illa de Mallorca, en aquesta, principalment per la Fundació Balear de Dependència, he estat atès, o millor dit desatès, per una sèrie de polítics, càrrecs i altres, que sembla ser no són capaços tots plegats de donar una resposta, no ja en forma de solució a la meva petició, el que seria d'allò més gratificant i just, sinó una resposta en el sentit literal de la paraula; perquè des que vaig començar el procés per l'esmentat ingrés l'any 2008, no he rebut ni una sola cridada per part de cap "polític, càrrec o altre" per comunicar-me com anaven les passes o les actuacions que suposadament s'havien de fer i que sembla ser és pura decisió política.Esgotada la paciència, que no ha estat poca, per l'ansiada resposta, em preocup de posar-me en contacte amb la conselleria d'afers socials de Menorca, i me n'adono, després de exposar novament el cas, que no s'havia fet res de res, ni tan sols contactar amb qualque centre, que hi són, o alguna gestió amb la conselleria de Mallorca per tal d'avaluar un futur ingrés, res de res... de res. L'expedient, dormir "El sueño de los justos" (altre somni dormien aquests polítics) per això no podien ni fer ni comunicar-me res, és clar.Davant la impotència manifestada per aquesta desídia política, i recalc desídia política, a un no li queda altra manera que gastar-se certs diners (per poc que pugui) amb un bon professional, que recordem-ho, es tracta d'un recurs assignat per llei, i mirar que es pot fer en tal cas, perquè no es tolerable que puguin tractar, cap tema, però menys els que pertanyen a la salut i benestar dels ciutadans, com si fos una mera qüestió d'opinió o l'elecció d'un color per tal d'animar els seus despatxos. No.
Vostès estan al càrrec pagats pels ciutadans i, pel que fa a la seva labor, es deuen als ciutadans i no als interessos particulars que es puguin derivar d'aquesta. Tan sols deixo caure un comentari que vaig fer quan un familiar em va demanar com havia anat una de les tantes reunions que he mantingut amb aquest fi –com ha anat t'ho diré d'aquí un temps– vaig dir-li, però segur que si es tractàs d'un familiar de qualque "polític o càrrec" ja estaria ingressat– (sobre dit la resposta).
Ignasi Marquès
Ciutadella
¡Rebélate!
Cuando miro a los partidos veo allí a partidos con algunas diferencias en cuanto a lo que ofrecen, pero con demasiadas similitudes en cuanto a cómo se comportan. Veo a partidos corruptos, partidos que se niegan a rendir cuentas, partidos que rehúsan a reducir gastos, partidos que hacen promesas para después ignorarlas, partidos que en lugar de combatir la impunidad, perpetúan sus peores prácticas. Allí están otorgándose salarios altos, fiestas fastuosas, aguinaldos amplios, pensiones inmensas, exenciones de impuestos y amplias y generosas inmunidades…Hoy por hoy, la clase política no tiene ni un solo incentivo para remodelar un sistema que tanto le beneficia. Quizás los candidatos nos prometan hacerlo después de que votemos por ellos y lleguen al poder, pero una vez allí pueden ignorarnos sin costo alguno. Porque podemos llevar a alguien al poder con nuestro voto, pero no podemos castigarlo si lo ejerce en nuestra contra. Los políticos saben que han logrado erigir un muro infranqueable en torno a su alcázar; tienen una situación inusual y privilegiada como si pertenecieran a una casta especial. El problema no son las personas o los partidos en si, el problema es un sistema politico que no asume la representación como punto de partida, como cimiento fundacional. El problema es la inexistencia de mecanismos democráticos como la democracia interna en los partidos, la separación de poderes, parlamentarios libres con voz y voto propio, cuentas públicas transparentes, una ley de financiación de partidos transparente,…entre tantas y tantas más. El problema es que los partidos insisten en que nos representan adecuadamente cuando no es así.Algo está mal. Algo no funciona. Algo necesita cambiar y con urgencia. Porque votar "por el menos malo" me parece un consejo que coloca la vara de medir al ras del suelo, que obliga a Menorca a seguir conformándose con poco y aspirar a menos. Siento que si voto por cualquier partido – en estas condiciones — contribuiré a avalar un sistema que debe ser cambiado desde afuera, ya que nadie lo va a hacer desde adentro. Siento que si voto en favor de cualquier partido – en estas condiciones – acabaré contribuyendo a legitimar un sistema que actúa cotidianamente al margen de la ciudadanía. Siento que incluso si voto por una persona con amplias dotes – en estas condiciones – acabaré premiando a partidos que obstaculizan la profundización democrática en lugar de fomentarla.
Y por ello tendremos que pensar en acciones que contribuyan a protestar, a sacudir, a presionar, a rechazar, a manifestar la inconformidad, a reconfigurar una democracia altamente disfuncional. Por ello habrá que tener en cuenta medidas como el voto en blanco computable, como el voto a Ciudadanos en Blanco, que combata la inercia y genere incentivos para mejorar la representación. Porque el voto a partidos, ya ha demostrado ser insuficiente, la competencia entre partidos ha demostrado ser insuficiente, la alternancia entre una opción ideológica u otra ha demostrado ser insuficiente.
No podemos seguir fingiendo; ha llegado el momento de reconocer lo que no funciona y arreglarlo. Porque votar por el partido "menos malo" equivale a comprar la fruta menos podrida, en lugar de presionar al vendedor para que – de ahora en adelante – venda fruta fresca. Votar por el menos malo equivale a decir que Menorca no puede aspirar a más.
La democracia es posible.
Guillermo Alonso de Armiño
Ciudadano en Blanco
Maó