Los abajo firmantes queremos mostrar nuestra total disconformidad con el proyecto de construcción de rotondas a lo largo de la carretera Mahón-Ciutadella, que actualmente impulsa el Consell Insular de Menorca.
Desde los ya lejanos años de la transición a la democracia, Menorca se convirtió en ejemplo de un modelo de actividad turística alternativo al que desde los años 60 se había impuesto en la práctica totalidad de la geografía española.
La defensa de la Albufera de Es Grau a finales de los 70, campaña que movilizó a gentes de todos los rincones de España, hizo de la isla de Menorca una referencia de calidad turística basada no en la especulación urbanística y la destrucción del paisaje sino justamente en lo contrario: dotó a Menorca de una personalidad propia y diferenciada, reconocible a nivel nacional e internacional, que se asentaba y se asienta en el respeto con que se han venido conjugando los imperativos del desarrollo económico y la salvaguardia de ese patrimonio colectivo que constituye el medio natural.
Fruto de esa singularidad que ha hecho de Menorca algo único en nuestro país fue la concesión a la Isla ahora hace 21 años del título de «Reserva de la Biosfera», el primero que la UNESCO otorgaba a España. En esa misma línea se pueden insertar otros hitos del pasado menorquín tales como la defensa de las playas vírgenes frente a la expansión inmobiliaria y, más recientemente, la concesión de la sede mundial del desarrollo sostenible de la red de reservas de la biosfera, islas y zonas costeras, o proyectos que miran hacía el futuro, a saber, la candidatura de la cultura talayótica a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial, también de la UNESCO.
Por todas estas razones, quienes firmamos esta carta nos unimos al rechazo ya expresado por Federico Mayor Zaragoza, entre otras personalidades, contra un proyecto que no solo plantea dudas más que razonables sobre su utilidad pública y general, sino que contribuye a destruir el prestigio y singularidad de Menorca basado en un modelo de turismo de calidad que, contra viento y marea, ha sabido enarbolar hasta la fecha.
José Luis Arráez Llobregat (Universidad de Alicante); Miguel Antonio Beltrán Munar (Universitat de les Illes Balears-Palma de Mallorca); Luis Bernabé Pons (Universidad de Alicante); Julia Díez Escudero (Universidad de Alcalá de Henares- Madrid); Francisco Fernández Klett (Charité Universitätsmedizin Berlin-RFA); Manuel Franco Tejero (Johns Hopkins University, Baltimore, Maryland-EEUU); Maria Ángeles Gallego García (Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Madrid); Juan Galván Llorente (Universidad de Alicante); Carlos García Suárez (Universidad de Santiago de Compostela-A Coruña); Pablo García Suárez (E.J. Brill-Países Bajos); Virginia González Martínez (Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación); Mostapha Jarmouni (Universidad de Alicante); Eva Lapiedra Gutiérrez (Universidad de Alicante); Clara Moya Murcia (Universidad de Alicante); José Luis Arráez Llobregat (Universidad de Alicante); Cristina de la Puente González (Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Madrid); María Isabel Reyero Fernández (Universidad de Santiago de Compostela-A Coruña); Maria Sandín Del Val (Universidad de Alcalá de Henares-Madrid ); Delfina Serrano Ruano (Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Madrid); Álvaro de Torres Suárez (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-Madrid); Daniel Tovar Martínez (Universidad de Alicante); Blanca Villuendas Sabaté (Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Madrid).