Las personas que nacimos antes de la guerra civil podemos poner en consideración los acontecimientos de nuestra historia reciente, por cuanto hemos sido testigos presenciales y si procuramos desprendernos de tendencias propias, podemos presentar un criterio objetivo de acuerdo con la realidad.
La etapa de cuarenta años posteriores a la guerra, que se denomina de forma nefasta Franquismo, a pesar de que son de consideración numerosos errores del principio, en que se actuó con excesiva represión, también la forma de gobierno autoritario, no podemos dejar en olvido numerosas circunstancias impuestas, que han conllevado a lo que denominamos Estado de Bienestar.
Son decisiones impuestas durante esta etapa la seguridad social, las pagas extraordinarias, los quinquenios, las vacaciones pagadas, el descanso dominical, las fiestas pagadas, los convenios, las pagas mínimas, las bajas por enfermedad, la incapacidad, la viudedad, el despido laboral, los hospitales, las residencias de ancianos y las minusvalías, pudiendo ser que existan otras mejoras que me han pasado por alto.
Las opiniones contrarias intentan minimizar estas circunstancias, alegando que se han producido en todas las demás naciones. Aquí debemos valorarlas porque así se ha producido. A pesar de que algunas disposiciones no han resultado sostenibles, como son la viudedad sumada a otra pensión, la penalización por despido (además de ser injusto es motivo de fracaso empresarial), los convenios y los quinquenios (son gratificaciones que no tienen relación con la producción), los gastos sanitarios tendrían que ser a cargo del presupuesto.
Por todas estas consideraciones, en lugar de hacer bajar del caballo al Caudillo, retirando sus monumentos desechándolos en el trastero, y erradicar su nombre de las calles y las plazas, tendrían que situarlo en lo más alto, ya que sus detractores son los mas acérrimos defensores de lo que denominan derechos laborales.
Finalizo la presente con el deseo de que en nuestra historia se exprese la más estricta realidad.
Juan Tortosa Bagur
Mahón