Los juzgados de Ciutadella, desde hace algunos años vienen solicitando, de forma insistente, un cambio de ubicación dado el insuficiente espacio existente en las actuales instalaciones, para ofrecer en condiciones dignas un buen servicio a la ciudadanía. Para ejemplificar esta realidad, basta recordar el hecho que, donde se sitúa el juzgado número 2, es el espacio que inicialmente estaba previsto para ubicar el archivo del juzgado número 1. La situación es, realmente, límite y solucionar los problemas de espacio es improrrogable.
El equipo de gobierno del PP de la anterior legislatura, presidido por el alcalde Ramón Sampol, firmó el día 26 de marzo de 2015 un contrato de alquiler del edificio de Can Saura por dos años, prorrogables por dos años más, y por un importe anual de 108.000 euros anuales.
Desde el primer momento, el Ministerio de Justicia se ha venido manifestando a favor de ubicar los juzgados en Can Saura, frente a la opción alternativa de la antigua estación marítima. Por un lado, aprecian el hecho de que esté en un lugar céntrico y que las obras de acondicionamiento sean mucho más sencillas, más cortas y más baratas. De hecho, si en Can Saura la previsión hecha por el Ministerio de Justicia es un gasto de unos 200.000 euros para poderse instalar en un breve tiempo de unos pocos meses, en cambio, en la estación marítima los gastos podrían rondar los 2,5 millones y las obras se podrían alargar más de un año.
Ante esta situación, el equipo de gobierno del PSM, PSOE y Gent per Ciutadella, presidido por Joana Gomila ha insistido con pertinaz tozudez en que la mejor ubicación es la estación marítima, pero ya ha pasado casi un año de legislatura y el contrato de arrendamiento de Can Saura sigue en vigor, Joana Gomila no quiere cobrar los más de 90.000 euros de alquiler devengado, el Ministerio no quiere ir a la estación marítima y Joana Gomila es incapaz de presentar una ubicación alternativa viable al Palau Saura y desatascar esta situación que se está convirtiendo en esperpéntica.
La absoluta negligencia y el pasotismo de Joana Gomila están poniendo en riesgo la continuidad de los juzgados en Ciutadella y su posible traslado a Mahón, con el consiguiente perjuicio a todos los ciutadellencs y ciutadellenques.
La alcaldesa es incapaz de dar una solución definitiva a la ubicación de los juzgados. El resultado de casi un año de gobierno de izquierdas es que en Can Saura todavía no están funcionando los juzgados, ni tampoco se está utilizando para actividades culturales. La alcaldesa Joana Gomila está haciendo como el perro del hortelano, ni come ni deja comer.