El futbol menorquín camina, lucha, se defiende así como puede con todas sus armas y con todo lo que tiene, aunque ahora son épocas muy complicadas y muy difíciles para todos los equipos menorquines. Pero el fútbol aquí en Menorca está vivo, eterno y la felicidad para todos los espectadores menorquines o aficionados al fútbol seguirá siempre en el corazón de todos, sean del equipo que sean. Nunca morirá.
El pasado sábado 7 de diciembre se disputó en el Estadio Mahonés del C.D. Menorca la final de la Copa Regional entre el Alaior y el Sporting de Mahón. Se vivió otro capítulo extraordinario del fútbol. Un ambiente de gala, bello, divino, donde hacen disfrutar a los aficionados al fútbol. Las dos grandes aficiones tanto albinegra como blanquiazul se volcaron con sus equipos. Fue una gran rivalidad pacífica, educada y sin ningún incidente.
Gente de toda Menorca vino a ver la final en el Campo del Menorca. Las dos aficiones no pararon de animar a sus equipos, niños, niñas, adultos, adultas y gente mayor tanto del Alaior como del Sporting. El partido acabó en los 90 minutos reglamentarios con empate 1-1. No fue un partido bonito, fue más bien físico, táctico, jugaron con mucha precacución, juego espeso, pocas ocasiones de gol, pero el Alaior jugó mucho mejor que nosotros en la 2a parte y mereció la victoria. Tuvo mas la pelota, nosotros el Sporting no, el entrenador albinegro Joan Barber salió con la lección bien aprendida y casi gana la final, por que ya les habíamos ganado 2 veces en la liguilla 1-4 en los Pinos y 3-1 en Mahón, pero esta vez cambió de táctica y fue más astuto. Hubo bastante dureza en el terreno de juego por parte de los dos equipos, entradas duras por cada bando, el árbitro estuvo encima todo el partido, las dos defensas tanto del Alaior y del Sporting de Mahón supieron imponer su criterio, personalidad, físico, cerebro, anticipación, aquí no pasa nadie. Al final, loteria en los penaltis volvió a decidir a favor nuestro 4-2. Ruiz, como el año pasado, volvió a ser el héroe parando un penalti al Alaior y en otro penalti lo tiraron a estilo Panenka y fallaron. Jordi Pons Gregorio, nuestro entrenador, fue muy listo al saber decidir los tiradores y los marcamos todos, no fallamos ni uno, pero quedará marcado para siempre en esta final las dos defensas tanto del Alaior y del Sporting fueron como tanques de combate y con dinamita pura.
Me recordó mucho la final de Copa del Rey de 1998 entre el Mallorca y el Barcelona que acabó también en empate 1-1 y en los penaltis ganaron los culés por 4-5. El Mallorca acabó la final con 9 jugadores por las expulsiones de Mena y Romero, pero en aquella final, tanto Ferrer, Nadal, los holandeses Reiziger y Bogarde, Olaizola, Iván Campo, Marcelino y el brasileño Iván Rocha, todos se vaciaron hasta la médula y el físico. Ferrer no terminó el partido y el sábado pasado la final en el campo del Menorca fue casi lo mismo o parecido en físico. Enhorabuena Sporting de Mahón y Alaior. Demostrásteis la furia menorquina.