La negociación del convenio de hostelería de Balears ha registrado un giro de 180 grados al haber pactado los hoteleros y los sindicatos una subida salarial del 1,1 por ciento durante cuatro años, lo que significa un 4,5 por ciento durante la vigencia de este pacto laboral.
Retiradas las cuestiones que habían suscitado controversia y desacuerdo, como la externalización, la flexibilización o los fijos discontinuos, la discrepancia se centraba en el aspecto salarial, en torno al que ha sido posible el entendimiento. Este acuerdo, además, prevé prolongar su aplicación durante otros cuatro años, lo que garantizaría la paz social durante ocho años en un sector con tanto peso como es la hostelería. Lo importante es que disipa el temor a la huelga con la que habían amenazado los sindicatos, y se añade a la decisión de que tampoco habrá huelga en el transporte discrecional.
El pacto, que ahora debe ser ratificado por los órganos de dirección de patronales y sindicatos, aporta estabilidad y evita conflictos. En el otro lado de la balanza, el escepticismo con que ha sido acogido por las empresas de bares y restaurantes, al considerar excesivo el aumento salarial acordado.