Los menorquines son los que, en el conjunto de Balears, soportan una mayor presión fiscal de los ayuntamientos pero, al mismo tiempo, los municipios de Menorca son los que, proporcionalmente, destinan más recursos a los servicios sociales. Son las conclusiones del último informe de la Sindicatura de Cuentas de Balears, organismo que se encarga de fiscalizar y analizar la gestión económico-administrativa de los ayuntamientos y los consells insulars.
La administración municipal es la más próxima a los ciudadanos. Por ello, alcaldes y concejales son los primeros que reciban las quejas, las reclamaciones y las peticiones. El informe de la Sindicatura sobre la ejecución presupuestaria de los ocho ayuntamientos de la Isla revela el mayor esfuerzo fiscal de los menorquines, dado que pagamos en impuestos municipales 41,4 euros más que la media de Balears, cantidad que asciende a 164 euros más la media española.
Los servicios municipales, como los que presta toda administración, tienen un coste. Una buena política municipal exige una buena gestión de los recursos y unos servicios eficaces que garanticen el bienestar y la calidad de vida de todos.