La decisión del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, que pasará a desempeñar el ejercicio profesional de la abogacía, ha impactado porque es uno de los personajes que encarna la lucha contra la corrupción política en España. Una dura tarea que, como el mismo reconoce, le ha supuesto un considerable desgaste personal.
Horrach ha actuado con determinación, firmeza e independencia de criterio en numerosos casos de relevancia, lo que le generado no pocas críticas. Su trayectoria como fiscal Anticorrupción se ha caracterizado por su contundencia y perseverancia en la persecución del delito y sus responsables. Su deseo de no dejar cabos sueltos ha provocado interminables interrogatorios a decenas de implicados. Incluso quienes han sido investigados admiten la solidez argumental de sus escritos de acusación, que ha defendido aún a costa de la presión popular, como ocurrió con la infanta Cristina.
El papel destacado del fiscal Horrach en la batalla contra la corrupción política hará complicada su situación cuando se haga efectiva su baja. La Judicatura española pierde a uno de sus miembros más brillantes y lo ganan sus futuros clientes.