El Govern quiere dar una nueva oportunidad a las cámaras de comercio para modernizarlas y situarlas en el contexto de la economía balear asignándoles expresamente las funciones y actuaciones para la internacionalización de las empresas de las islas, según recoge el proyecto de ley redactado por la Conselleria de Trabajo, Comercio e Industria. Ello implica una acción conjunta y coordinada con el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) para conseguir resultados eficaces.
La centenaria Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Menorca estaba languideciendo y se hallaba al borde de la desaparición, a pesar de los múltiples esfuerzos realizados por la presidenta Magda-Pons Quintana para conseguir su revitalización. El proyecto de ley del Govern abre las puertas a una nueva etapa de la entidad con otros servicios y funciones para las pequeñas y medianas empresas. Al mismo tiempo, se establece un nuevo régimen económico y presupuestario mediante convenios. Toda este redefinición del papel y los servicios de las cámaras de comercio debe ser clarificado y regulado, y al mismo tiempo ha de contar con la participación activa de organizaciones empresariales, como Pime-Menorca, Caeb y Sebime, que ya se encargan de organizar la asistencia a ferias. La iniciativa del Govern es muy loable, pero no puede incurrir en duplicidades, porque ya hay otras administraciones que gestionan la política de comercio exterior.