El chef Joan Roca dio ayer, en el Hort de Sant Patrici, una soberbia lección sobre el gran momento, el valor y la potencia de la cocina menorquina así como la importancia del producto local de la Isla como atractivos y dinamizadores económicos. De la mano de Borja Matoses y ante un auditorio formado por profesionales de la restauración, presentó la guía de autor que ha redactado este crítico gastronómico en la que valora, comenta y puntúa los cien mejores restaurantes de Menorca.
Subrayó los vínculos que comparten su tierra, Girona, y Menorca: el territorio, el viento, los pueblos que han transitado y sus culturas. Explicó Joan Roca que han generado influencias culinarias y recetarios centenarios que hoy seguimos utilizando. Joan Roca elogió la pluralidad de estilos y la personalidad de los cocineros menorquines, así como la diversidad y calidad de las materias locales. Líneas de trabajo que son respetuosas con la herencia y la tradición transmitida durante generaciones que hoy recupera y recrea la actual generación de chefs de Menorca. Un esfuerzo extraordinario que está dando sus frutos y sitúa a la Isla como referente gastronómico, tal como recoge la Guía Matoses.