El Parlament balear aprobó ayer, con un amplio apoyo de los partidos del Govern y de la oposición, la Ley de Memoria Democrática de las Illes Balears con el objetivo de «reparar» a las personas, colectivos e instituciones que padecieron represión o persecución durante la guerra civil española y el franquismo. Entre las actuaciones previstas figura la protección de los espacios vinculados a estos hechos históricos, declaraciones de reconocimiento, organización de actos de homenaje institucional y la elaboración de un censo de las víctimas de la guerra civil y la dictadura.
Menorca sufrió una doble represión, durante la guerra civil primero, y el franquismo después, con numerosas víctimas de uno y otro bando. Días de asesinatos, persecución, represión, exilio; dolor y sufrimiento. Hubo un golpe de estado, es cierto, pero muchos menorquines fueron asesinados a partir de julio 1936 por sus ideas políticas o sus convicciones religiosas. Después, desde febrero de 1939 fueron fusilados quienes militaban en el otro bando. Es el momento de la reconciliación; paz, perdón y convivencia. Hay que cerrar heridas sin rencor ni avivar nuevos enfrentamientos. Es la gran asignatura pendiente.