Un Pedro Sánchez en minoría, que no quiere enfrentarse con barones socialistas como Susana Díaz o Fernández Vara, ha anunciado que no modificará el modelo de financiación autonómica, lo que implica mantener el vergonzoso agravio que padecen las Balears. En los diez años de vigencia del actual sistema, el archipiélago ha destinado a otras autonomías el 22,7 por ciento de sus ingresos, de manera que comunidades como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha salen muy beneficiadas, pero Balears sufre una grave incapacidad inversora.
Cada vez es más profunda la brecha en el seno del PSOE, con distintos criterios que exigen una regulación de las cuotas de solidaridad, como se aplica en Alemania. Pero Francina Armengol ni los socialistas catalanes o valencianos tienen fuerza política ante Pedro Sánchez, Susana Díaz y Fernández Vara. Con el actual sistema de financiación Balears ha perdido 7.054 millones de recursos públicos en una década. No ha podido desarrollar políticas activas para impulsar el tejido productivo. Sin liquidez pública estas islas se empobrecen y al final los perjudicados son los ciudadanos, las empresas y los servicios públicos.