La llegada de más dosis a Balears permitirá, según el Govern, acelerar la campaña de inmunización. La asignación de cita para ser vacunado se realizará con sistemas telemáticos. Una propuesta que abre dudas sobre la respuesta de la población y que surjan grandes puntas de demanda. Sería un error frustrar estas expectativas. Es preciso contar con un potente equipo tecnológico de respuesta, teniendo en cuenta lo que ocurre con el acceso al SEPE por parte de quienes están afectados por un ERTE en un claro ejemplo de un servicio bloqueado.
Cabe suponer que el IB-Salut dispone de un modelo ya testado para evitar problemas que retrasen, todavía más, la vacunación. La cuestión no es menor, la ansiedad por lograr la inmunidad es mucha, tanto como protección sanitaria como garantía de recuperación económica. El Govern debe explicar por qué se muestra reticente a recurrir a todo el dispositivo sanitario disponible, tanto público como privado. Mutuas laborales, laboratorios de análisis y clínicas privadas pueden aliviar la presión asistencial que implica inmunizar a miles de personas. Eso siempre que la llegada de las vacunas a Balears no sufra nuevos retrasos como ya hemos padecido.