Menorca ha acogido el encuentro ABEF (Asociación Balear de la Empresa Familiar) en el que se ha analizado el relevo generacional, que marca un momento crítico al constituir un proceso de transición para el traspaso del timón y las responsabilidades de dirección y gestión entre la generación saliente y la entrante. Es un proceso no exento de dificultades para transmitir los valores de los fundadores y garantizar su continuidad. Estas empresas son un patrimonio familiar fruto de un proyecto inicial con unos planteamientos, no solo económicos, también éticos, que incluyen la responsabilidad social, la solidaridad y una relación con los trabajadores basada en la complicidad y compartir los principios fundacionales. Para llevar a cabo este relevo generacional es preciso contar con un escenario en Menorca que facilite, apoye y promueva la inversión y la modernización empresarial. Los sobrecostes de la insularidad, una excesiva presión fiscal, el laberinto normativo y la falta de agilidad de las administraciones son obstáculos a eliminar para que los jóvenes emprendedores menorquines puedan desarrollar sus iniciativas y su potencial de transformación.
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