El Congreso de los Diputados dio luz verde ayer, con un solo voto de diferencia –gracias al error de un diputado del PP- las modificaciones que el Gobierno PSOE-Unidas Podemos introduce en la reforma laboral aprobada por el PP. El texto cuenta con el apoyo de sindicatos y patronal, aunque en la CEOE se han desmarcado varias asociaciones empresariales. La coalición gubernamental del PSOE y Unidas Podemos ha tenido que cambiar de socios para conseguir esta validación ‘in extremis' y por la mínima (175-174). El resultado final no tira por tierra el texto inicial del Gobierno que presidió Mariano Rajoy, aunque introduce cambios para combatir la precariedad contractual, pero mantiene las mismas condiciones para los despidos que marcó la reforma laboral del Partido Popular. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha visto obligado a recurrir a Ciudadanos y formaciones minoritarias. La crisis abierta no afectará a la continuidad del Ejecutivo formado por socialistas y morados. La contrarreforma laboral aprobada ayer tiene pendiete la reválida que supone su aplicación, teniendo en cuenta que España acumula hoy 3,5 millones de trabajadores en paro y una de las tasas más altas de la Unión Europea. Esta será, en realidad, la auténtica victoria o derrota de uno de los documentos más trascendentales para la recuperación de nuestra economía.
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