Balears lidera los precios más altos de la vivienda en España, por delante de Madrid, el País Vasco y Cataluña, con una media de 346.000 euros, lo que supone un aumento del 11,2 por cien durante el 2022.
Acceder a una vivienda digna y a precio asequible es el problema que más preocupa a los ciudadanos de las Islas, víctimas de un mercado inmobiliario –tanto en régimen de compraventa como en alquiler– que hace cada día más difícil obtener un bien básico para el desarrollo personal. Sin embargo, y este es un aspecto sorprendente, las operaciones de venta aumentaron un 16,3 por ciento en el archipiélago.
Los motivos por los que sube el precio de la vivienda incluyen el crecimiento demográfico, los planeamientos urbanísticos restrictivos, la llegada masiva de extranjeros con un elevado poder adquisitivo y las inversiones especulativas; entre otras razones. Al mismo tiempo, la oferta de vivienda pública está muy lejos de cubrir la demanda interna.
Los expertos apuntan soluciones que pasan por un aumento de la edificabilidad para frenar la ocupación de más territorio y abandonar tesis dudosas o imposibles como topar los precios o frenar la venta de casas a extranjeros. Las instituciones tienen un papel determinante para cambiar el rumbo de un mercado con un enorme impacto social, como es el inmobiliario. Falta valentía.