La libre elección de lengua en educación ha provocado la primera grieta significativa entre PP y Vox en Balears. Ha distanciado a los socios y ha frenado la aprobación del techo de gasto, imprescindible para que prospere la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2024. Coincide, esta crisis, con los cien primeros días del Govern de Marga Prohens.
El PP reclamó ayer a Vox que reflexione: «Esperamos que Vox recapacite y diga si quiere estar del lado del Govern del cambio o votando con la izquierda». El núcleo del primer gran desencuentro del curso político es sencillo. Los populares no apoyaron una proposición no de ley de Vox para elegir la lengua en el primer ciclo escolar y extenderlo luego a todas las etapas educativas. Vox no lo pensó dos veces a la hora de exhibir músculo y responder al PP torpedeando el techo de gasto. Fue un aviso a navegantes en toda regla, pero la autonomía de Vox Balears es relativa. Más bien escasa.
El tema de la lengua es sensible para la formación de Abascal y será en Madrid donde se decida el enfoque y la resolución de este primer conflicto. Cuando PP y Vox vuelvan a encontrarse y se apruebe la libre elección de lengua en el primer ciclo de la educación, la gran pregunta será cómo se producirá su aplicación en los colegios y también si habrá recursos e infraestructuras para llevarlo a cabo.