El director general del IBSalut, Javier Ureña, desveló ayer en el Parlament que el coste de la reforma y transformación del antiguo hospital Verge del Toro en centro sociosanitario ya asciende a 20 millones de euros. El presupuesto inicial de la segunda fase, estimado en 14,5 millones, ya ha registrado un incremento del 38 por cien, aún cuando no cabe detectar más desviaciones al alza porque el proyecto aún no ha sido adaptado a las deficiencias detectadas a principios de 2023.
A estos 20 millones -cantidad que constituye una aproximación- hay que añadir los 2,7 millones de la primera fase, en la que se llevó a cabo la limpieza de la fachada y la reforma de la cubierta. Estamos hablando, por tanto, de un coste de 23 millones de euros en obra civil, a los que habrá añadir el equipamiento, dotación y puesta en marcha. Todos ello retrasará la entrada en servicio de este nuevo equipamiento, donde serán atendidos los enfermos crónicos. El Govern actúa en un edificio antiguo, pero no se comprende cómo no se detectaron antes las deficiencias estructurales que ahora obligan a modificar presupuestos, destinar más recursos públicos y demorar los servicios que cubrirá.