La saturación turística y la crisis habitacional son los dos principales problemas de los ciudadanos de las Islas, según la encuesta del IBES (Instituto Balear de Estudios Sociales) para «Es Diari». Los datos llegan en pleno debate por la masificación. A estas dos preocupaciones se suman los bajos salarios y la escasa motivación de los más jóvenes para acceder al mercado laboral. Es una combinación preocupante que requiere de las instituciones medidas inmediatas de corrección, para evitar que se acentúen.
La masificación, con sus consecuencias en forma de atascos diarios en todas las vías, playas saturadas y precios por las nubes, ha colmado la paciencia de los residentes. Sin embargo, no solo los veraneantes esporádicos tienen la culpa de esta situación: sólo en Mallorca y se roza el millón de habitantes, una cifra impensable hace unos lustros y que da una idea de cómo ha crecido la población en el Archipiélago.
De igual manera, el precio de las viviendas y de los alquileres es un quebradero de cabeza para los ciudadanos, que deben destinar un sueldo íntegro para vivir en un piso o pagar una hipoteca. Falta vivienda pública, pero parece improbable que se pueda construir al ritmo que se requiere. Si la tendencia continúa con esta progresión, miles de familias quedarán excluidas del acceso a una vivienda digna, un derecho irrenunciable.