decisión de acabar la reforma del tramo de Maó-Alaior de la carretera general y llevar a cabo la obra de la rotonda de doble nivel de Rafal Rubí, paralizada hace una década. Diez años en que los anteriores gobiernos del Consell no fueron capaces de encontrar una solución a la reforma de la principal vía de comunicación de la Isla, ofreciendo una imagen penosa y dejando sin resolver mejoras de seguridad fundamentales. Solo esta demora injustificable ya hace que las soluciones sean urgentes. Además, esta es la que ofrece más seguridad, como confirman cuatro estudios encargados por el Pacte.
Solo queda una duda importante a resolver y se refiere a cómo puede afectar la obra de Rafal Rubí a la declaración de Patrimonio Mundial de la Menorca Talayótica por las navetas situadas cerca del puente.
Adolfo Vilafranca decide acabar la obra después de contar con un informe de Jordi Tresserras, un experto de referencia, en el que concluye que la obra no es incompatible con la declaración si se adoptan las medidas de protección necesarias. En definitiva: hay que acabar la reforma y proteger el monumento. Dos objetivos compatibles.